Miles de personas se han concentrado esta noche en la Plaza de la República de París, símbolo de las protestas de la izquierda, para celebrar la victoria del Nuevo Frente Popular y la derrota de la extrema derecha de Marine Le Pen, que probablemente quedará como tercera fuerza parlamentaria.
“Estoy muy contenta. Teníamos mucho miedo de lo que podía pasar, pero el combate no ha terminado, solo ha empezado porque la extrema derecha crece por toda Francia, sobre todo en las zonas rurales, donde hay que prestar atención”, dice Julie, una joven parisina que trabaja para una ONG.
Subidos sobre la estatua de la República, la multitud concentrada en la plaza ha lanzado fuegos artificiales y ha lanzado gritos contra Agrupación Nacional, la formación de Marine Le Pen. “Todos somos antifascistas” y “Todo el mundo detesta a Bardella” han sido algunos de los más repetidos. Jordan Bardella era el candidato de Le Pen como primer ministro.
Es un gran momento para mí, para París, para Francia y para Europa. A toda Europa le afecta lo que pasa en Francia. Estoy contenta, pero esto es París, solo un pedacito de Francia“, comenta Yvonne, actriz jubilada de 68 años. ”Atención a lo que va a pasar en los próximos años aquí y en Europa, que es muy frágil“.
Rompiendo todas las encuestas, este domingo lo de Francia ha sido un vuelco. “Nuestro pueblo ha rechazado claramente la propuesta del miedo”, ha afirmado el presidente de LFI, Jean-Luc Mélenchon. “El presidente [Emmanuel Macron] tiene el deber de llamar al Nuevo Frente Popular a gobernar”, ha añadido. Por su parte, el Elíseo ha confirmado en un comunicado que el presidente, Emmanuel Macron, no saldrá a hablar y que esperará a la “estructuración” de la nueva Asamblea para “tomar las medidas necesarias”.
Antes de acudir a la Plaza de la República, las primeras celebraciones han sido en Rotonde Stalingrad, donde La Francia Insumisa (LFI) ha celebrado la noche electoral. Los gritos, aplausos y abrazos han dominado el ambiente festivo. En la pantalla, cada vez que salía la imagen de Jordan Bardella, el 'delfín' de Marine Le Pen y candidato a primer ministro por el partido de extrema derecha, la multitud lanzaba abucheos con regocijo y satisfacción.
