R
onald Koeman le daba vueltas en la previa del partido que la conocida anarquía de los turcos no desquiciase el control que pretendían imponer los holandeses, confiados en repetir el total que habían impuesto en el partido anterior contra Rumanía. Y en el arranque del encuentro se siguió con el plan previsto. La posesión del balón era para los naranja, pero incapaces de generar peligro en el área otomana, con un entramado defensivo diseñado por
Montella impenetrable y ante el que se estrellaban los jugadores los Países Bajos, que iban perdiendo en confianza a medida que el reloj descontaba minutos. Así fue como, poco a poco, viendo que el rival no era tan fiero como lo pintaban, que los turcos se fueron para arriba gracias a la pasión de sus jugadores. Hasta que a los 35 minutos, tras un córner inocentemente regalado por
Dumfries, lo aprovecharía el corpulento central
Akaydin, para rematar un medido centro de la nueva estrella turca
Arda Güler, para marcar el 1-0. Todo un botín repleto de oro para los turcos, reafirmados en su plan de partido.
Seguir leyendo...