Turquía parecía dispuesta a repetir contra Países Bajos el guion del encuentro de octavos contra Austria, pero esta vez las fuerzas y la concentración no le dieron para resistir todo el partido y la "Oranje" dio la vuelta al resultado (puede ver aquí la ficha y el minuto a minuto) para colarse en el sitio que le corresponde por historia: las semifinales de la Eurocopa, donde le espera Inglaterra. Se trata de dos selecciones que no están mostrando su mejor cara en este campeonato, pero que siguen avanzando, y una de ellas peleará por el título.
Países Bajos salió decidida a solucionar el partido por la vía rápida, con mucha participación de Gakpo y Memphis en ataque, pero Turquía se fue asentando en el encuentro. Sin tener el balón, ni quererlo para nada más que para atacar, el equipo otomano fue pisando cada vez más el campo rival. Bariç Alper Yılmaz era como una especie de superhéroe. Le buscaban con pelotas en largo al espacio y las peleaba todas, sabiendo que la mayoría de las veces era una batalla perdida, pero algunas se las llevaba y retaba a carreras a centrales como Van Dijk, que acabó con amarilla. Minimizados los daños atrás, buscaba su oportunidad en las contras o en las balones a balón parado, como sucedió con Austria. La pelea de Bariç fue encomiable, pero el partido lo empezó a mover la calidad de Arda Güler, que puso un balón en el segundo palo para que Akaydin lo cabeceara con mucha ventaja.
Era el primer remate a portería en todo el partido de cualquier equipo, lo que demostraba la ineficacia de Países Bajos. No esperó demasiado Koeman para hacer cambios, ya que al volver del descanso metió en el campo a un delantero más puro como Weghorst. Pero el problema lo estaba teniendo un poco más atrás, en la elaboración. Faltaban ideas en la creación de fútbol y casi todos los ataques de los neerlandeses eran barullos, rebotes, segundas jugadas. Turquía tenía el encuentro donde quería y buscaba el segundo para afianzar su plan. Lo tuvo cerca Arda Güler en un lanzamiento de falta que Verbruggen tocó lo justo para mandarlo al palo; y, especialmente, en un remate de Kenan Yildiz que paró el portero, pero cuyo despeje quedó en zona de peligro, y Weghorst, desde el suelo en el último momento, mandó la pelota a córner cuando había varios turcos relamiéndose para sólo empujarla.
Turquía no logró ampliar la ventaja y empezó a sufrir, cada vez más cansada y llegando un poco más tarde a las ayudas. En apenas seis minutos, vio cómo le daban la vuelta al marcador, primero en una acción a balón parado en la que tuvieron un despiste con los bloqueos y dejaron a De Vrij para que rematara de cabeza a placer.
En una salida de balón, se descolocaron y Xavi Simons, que había estado muy desaparecido, movió rápido la pelota para Damfries, que pudo centrar con libertad para que entre Gakpo y Muldur (dieron gol en propia puerta) mandaran el balón a la red.
Turquía todavía reaccionó y en el cuarto de hora que quedaba se lanzó con todo. Rozó una nueva hazaña, pero se encontró con la buena actuación del guardameta Verbruggen. Y cuando este estuvo batido, Van de Ven despejó a córner el tiro de Zeki Çelik. Así se acabaron las ilusiones turcas.