La Vinotinto se despidió en los cuartos de final de la Copa América de Estados Unidos 2024 con una dolorosa eliminación en tanda de penaltis a manos de Canadá. Su fe, sin embargo, sigue intacta, convencida de que puede clasificar por primera vez a un Mundial.
«Me voy con bronca por caer en los penaltis, sin perder un partido en los 90 minutos, pero me voy orgulloso de mis jugadores», dijo el seleccionador de la Vinotinto, el argentino Fernando «Bocha» Batista, en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, donde los suyos cedieron el viernes 4-3 ante Canadá en la definición desde los doce pasos, después de un empate 1-1.
«Sabemos que esto es un proceso largo y que todos los venezolanos tienen un gran sueño: clasificar al Mundial. La Copa América nos permitió seguir afianzando cosas como equipo (…) y nos fortalece para lo que viene», añadió.
La Vinotinto había hecho una impecable primera fase, con tres victorias en el Grupo B frente a Ecuador (2-1), México (1-0) y Jamaica (3-0). Jamás había completado la primera ronda con pleno de nueve puntos.
Se quedó corta, no obstante, en el objetivo de igualar su mejor participación en el torneo continental, en Argentina-2011, edición en la que llegó a semifinales y acabó en el cuarto puesto.
«Siempre hay cosas para corregir, para aprender (…), seguiremos para adelante«, insistió el técnico de 53 años.
Bajo su mando, Venezuela tuvo un sólido comienzo en la clasificatoria mundialista, con nueve puntos en seis fechas, producto de dos triunfos, tres empates y una derrota, con lo que ocupa el cuarto lugar de la tabla.
Solo es superada por la campeona mundial Argentina (15), Uruguay (13) y Colombia (12), cuando en Sudamérica se repartirán seis cupos directos y una plaza en la repesca luego de la expansión a 48 selecciones de la próxima Copa del Mundo en Estados Unidos, México y Canadá.
Abrazando un slogan nacido en redes sociales, «Mano, tengo fe», el único país sudamericano que jamás ha jugado el Mundial aspira a romper el maleficio. La esperanza se disparó con su salto de calidad, después de haber sido colista en las terribles clasificatorias hacia Rusia-2018 y Catar-2022.
Un reflejo de esa fe fue la multitudinaria presencia de aficionados de la Vinotinto en el AT&T Stadium, con abrumadora mayoría entre los 51.000 espectadores que asistieron al partido.
«Nos veíamos en la semifinal, el grupo estaba convencido», lamentó Yangel Herrera, mediocampista del Girona en el fútbol español. «Nos fuimos a los penaltis y nos tocó la cara amarga», expresó.
Jacob Shaffelburg había puesto en ventaja a Canadá en la primera mitad y Salomón Rondón, máximo artillero histórico de la selección venezolana, empató en el segundo tiempo con su gol 44 con la camiseta vinotinto.
Rondón, además, se convirtió en el mejor anotador de su país en la Copa América al alcanzar siete tantos en cinco participaciones, dejando atrás al fallecido exdelantero José Luis Dolgetta.
Canadá acabó imponiéndose en los penaltis para ganarse el derecho de enfrentar el martes a la Argentina de Lionel Messi en East Rutherford, Nueva Jersey, por el pase a la final.
«Hemos competido a buen nivel (…). Hay muchísimas cosas positivas y con eso nos tenemos que quedar», se consoló Herrera.
El portero Rafael Romo, fundamental en la buena Copa América jugada por la Vinotinto, también fue optimista en medio de la decepción.
«Queríamos hacer historia pero no se dio», declaró Romo, aunque de inmediato puso la vista en el futuro. «Si seguimos así, vamos a conseguir la clasificación al Mundial«, lanzó.
Venezuela jugará en septiembre contra Bolivia en la altura de La Paz y Uruguay en casa, en Maturín, en la reanudación de la clasificatoria sudamericana. Argentina y Paraguay serán sus adversarios en octubre y Brasil y Chile en noviembre.
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