Una semana después del desastroso debate televisivo de la CNN que lo ha hundido en medio de una crisis que podría poner fin a su candidatura, Joe Bien ha vuelto a aparecer en pantalla en una entrevista exclusiva para la cadena Abc News. Más bronceado y con una sonrisa blanca nuclear, el presidente se ha aferrado a la candidatura y ha seguido el mal rendimiento del jueves pasado a “una mala noche”. “No creo que haya nadie más cualificado para ganar esta campaña que yo”, ha defendido el demócrata ante las preguntas del periodista George Stephanopoulos.
Mientras que algunas voces dentro del partido Demócrata, y también entre los donantes, empiezan a decir sin tapujos que Biden debería renunciar a la campaña, el presidente sigue aferrándose con uñas y dientes a ella. Cuando Stephanopoulos le ha preguntado si se retiraría si llegara a ver que no puede derrotar a Donald Trump, Biden ha asegurado sin pestañear que solo lo haría si “el Señor Todopoderoso bajara”. “Si el Señor Todopoderoso bajara y dijera 'Joe, sal de la campaña, yo saldría de la campaña”, y añadió: “El Señor Todopoderoso no va a bajar”.
Cuando el periodista le ha vuelto a insistir, poniendo el escenario hipotético de que Nancy Pelosi o el actual líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, le pidieran renunciar, Biden lo ha cortado de raíz: “No me dirán que lo deje”. Y ha asegurado que durante la reunión con los gobernadores demócratas del miércoles “nadie me dijo que debería irme”.
A pesar de intentar mostrar una apariencia más rejuvenecida y de mantener un diálogo más fluido, la realidad ha seguido cayendo por su propio peso. A lo largo de los 22 minutos de entrevista, se ha podido ver como Biden perdía el hilo de las cosas que decía o acababa enredado en argumentos inconexos y que cortaba con un “anyway”. Por ejemplo, cuando el periodista le ha preguntado si había vuelto a ver el debate, Biden ha respondido: “No creo que lo hiciera”. Seguidamente, cuando Stephanopoulos ha insistido sobre si Biden fue consciente durante el debate del mal rendimiento, el presidente se ha quedado unos segundos con la vista perdida, en silencio, hasta que ha empezado a formular la respuesta.
Uno de los grandes temas de la semana, en medio de las dudas por su estado de salud, ha sido cuando fue la última vez que Biden realizó un examen médico. En rueda de prensa del miércoles, la secretaria de Comunicación de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre dijo que el último fue en febrero. Durante la entrevista, el periodista ha ido un poco más allá y le ha preguntado si se ha realizado algún tipo de test cognitivo, a lo que Biden ha respondido que “no”. “Nadie dijo que tuviera que hacerlo… dicen que estoy bien”, ha afirmado. El demócrata se ha excusado sobre el tema diciendo que las labores que desempeña en su día a día ya suponen “un test neurológico diario”.
Respecto a su salud, ha insistido que constantemente viaja rodeado de médicos que controlan que todo esté en orden y que “no dudan” en decirle si ven que algo de su salud anda mal. De hecho, Biden ha asegurado que antes del debate de la CNN incluso se hizo un test covid para saber que tenía, pero que al final “solo era un virus malo”. Al acabar el duelo con Trump, Biden también llamó a su doctor: “Me dijo:’Estás exhausto’”.
Además de seguir defendiendo que se trataba de una mala noche, Biden ha insistido en que era complicado debatir con un contrincante como Trump, quien “mintió 28 veces” durante el debate: “Trump es un mentiroso patológico”. Así mismo, ha asegurado que él es la persona “más cualificada para derrotarlo”.
En los últimos días, Biden ha intensificado su agenda para convencer al partido y al resto del país de que tiene el vigor necesario para llevar adelante una campaña. La entrevista misma juega un papel crucial en el intento de reparar su imagen. A pesar de que Biden no se podía permitir el mínimo error, y se ha defendido, probablemente, su energía y su tez anaranjada no han sido suficientes para camuflar la realidad que todo el mundo ya ve: un hombre de 81 años.
Horas antes de que se emitiera la entrevista, el Washington Post había publicado que el senador demócrata de Virginia Mark R. Warner está intentando reunir un grupo de senadores de su partido para pedir a Biden que se retire. Según explican dos fuentes anónimas al periódico, el Warner está preocupado de que el presidente no pueda llevar adelante una campaña que pueda vencer a Trump.
Paralelamente, gobernadora de Massachusetts Maura Healy, que participó en la reunión de gobernadores del miércoles con Biden, ha publicado un comunicado en el que pide al presidente “escuchar el pueblo norteamericano y evaluar cuidadosamente si sigue siendo nuestra mejor esperanza para derrotar a Donald Trump”. El mensaje de este viernes de Healy explicaría por qué a la salida de la reunión del miércoles, solo tres gobernadores (el de Maryland, Nueva York y Minnesota ) salieron en persona para asegurar que Biden tenía su apoyo.