La nación sudamericana cuenta con una dependencia diplomática en la capital norcoreana, Pionyang, desde diez años antes que Venezuela instale la suya.
Si bien se sabe que Venezuela mantiene un vínculo político cercano a Corea del Norte, existe otro país de Sudamérica que conserva muy una relación diplomática con el país asiático e incluso cuenta con una embajada en su territorio.
Venezuela abrió su dependencia diplomática en la capital norcoreana, Pionyang, en 2019 y se convirtió en el tercer país latinoamericano con presencia en la nación de Asia Oriental. Sin embargo, otro estado ya contaba con este vínculo desde muchos años atrás.
Brasil cuenta con una embajada en Pyongyang desde 2009, aunque sus relaciones diplomáticas iniciaron ocho años antes, durante el gobierno del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
El país asiático abrió en 2005 su dependencia diplomática en el gigante sudamericano y desde entonces las relaciones entre ambas naciones se han mantenido pese a las sanciones por pruebas nucleares a la nación norcoreana.
Brasil muestra su presencia en Pyongyang fomentando la cooperación educativa, deportiva y ofreciendo ayuda técnica y humanitaria a Corea del Norte, especialmente en agricultura.
Luego de la muerte de Hugo Chávez en 2013, se generó un mayor acercamiento de Venezuela al país norcoreano, que abrió una embajada en Caracas dos años después. Sin embargo, no fue hasta 2019 que Nicolás Maduro pudo instalar una sede diplomática venezolana en Pyongyang.
La relación entre ambos países ha sido bastante cordial hasta hace menos de ocho años. En 1975, durante el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, Lima fue sede de la V Conferencia de Ministros de los Países No Alineados. En la cumbre, las dos Coreas solicitaron su ingreso al grupo, pero solo se admitió a Corea del Norte. En ese momento inició el vínculo y la nación asiática abrió una oficina comercial en el Perú.
La embajada norcoreana en Lima se abrió durante el primer gobierno de Alan García, en 1988, y en 2013 el ex presidente Ollanta Humala recibió las credenciales de Kim Hak Chol como embajador, quien lo invitó a visitar su país, aunque ese viaje nunca se concretó. El ex mandatario Pedro Pablo Kuczynski también recibió el ofrecimiento, pero tampoco visitó Pyongyang.
En 2017, El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú declaró persona non grata al diplomático de Corea del Norte y rompió relaciones con la nación asiática, tras considerar que "violan de manera reiterada y flagrante las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas" y que se niegan "a finalizar de manera irreversible y verificable su programa nuclear".
El estado peruano consideró en su momento que la política del gobierno de Kim Jong-un “constituía una seria e inaceptable amenaza a la paz y seguridad internacional y a la estabilidad en el noreste de Asia y el mundo".
El último país latinoamericano en el que Corea del Norte abrió una dependencia diplomática fue Nicaragua y hasta el momento Brasil, Venezuela, Cuba y México tienen presencia en el país asiático.
