No hay verano sin insectos y no hay verano sin conocerse molestias por las plagas que, beneficiadas por las altas temperaturas y climas favorables, invaden municipios y regiones españolas. Son típicas las de mosquitos, cucarachas o chinches pero lo cierto es que los problemas pueden llegar de parte de otras especies menos temidas. Ahora una vecina de Barcelona ha estado viviendo un calvario por culpa de una invasión de miles de abejas en el patio de su casa, en Arenys de Mar (Barcelona) al que parece que le ha podido empezar a poner remedio. Ella es Montse, que, hace tres semanas, un día empezó a escuchar un fuerte zumbido en su balcón y que entonces descubrió que tenía una colmena en un respiradero de un doble techo que tenía. Sus intentos por apartar las abejas no sirvieron y la colmena acabó siendo «enorme» en solo dos semanas. Para intentar resolver el problema y conseguir que las abejas se marcharan acudió a varias administraciones públicas en busca de ayuda pero, para su sorpresa, todas ellas se la han negado con el argumento de que estos pequeños insectos amarillos y negros son una especie protegida . «Iban entrando y saliendo, felices ellas. Y yo, sin poder salir al patio y con las ventanas cerradas», recuerda esta jubilada que esta misma semana ha explicado, indignada, su historia a 'El contenidor' de 'El món a RAC1' y que no duda en asegurar que está viviendo «una auténtica película de terror» y que ha pasado «noches sin dormir por el estado de nervios» por la situación. A pesar del buen tiempo, Montse ha estado viviendo con las ventanas de su casa totalmente cerradas. Y buscó ayuda por todos lados : habló con Bomberos, Agentes Rurales, 112, 012 y Ayuntamiento pero también con su compañía aseguradora, que le llegó a mandar un perito a casa y que tampoco pudo ayudarla. Su gran problema era que eran abejas y que están protegidas: si hubieran sido avispas, algo que varios técnicos dudaron en un primer momento, las hubieran retirado sin problemas. «Me dijeron que solo venían si eran avispas asiáticas , pero yo no sé si son avispas asiáticas o no», rememora ella, que en este mes ha hecho un 'master' en abejas. Por el momento, la mejor ayuda se la ha dado, a través del boca a boca, un conocido del pueblo, experto en la apicultura, que intentó desplazarlas a un nuevo nido en una caja y que finalmente ha optado por agujerear el techo de su casa y poder acceder así a la colmena y retirarla, no sin extremar precauciones. Aunque el nido ya no está en el mismo sitio, por el momento miles de abejas siguen en el balcón de su casa y campan a sus anchas porque no quieren entrar en la caja que han colocado como 'trampa' para moverlas de allí. La mujer cree que solo es cuestión de tiempo de que esta invasión acabe pero igualmente ha querido denunciar a RAC1 haberse sentido « totalmente desamparada » ante una situación de peligro como la que ha vivido. «Ante un caso así, que como particular no sabes cómo hacerlo ni cómo tocarlas y que puedes sufrir daños, no hay nadie que pueda ayudar», lamenta.
