El origen de este se remonta al siglo XX, aunque las fiestas de San Fermín tienen una historia mucho más antigua
Cada 6 de julio, miles de personas se congregan en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona para presenciar uno de los eventos más emblemáticos de las fiestas de San Fermín: el chupinazo. Este acto marca el inicio oficial de los Sanfermines, una de las celebraciones más conocidas y vibrantes de España, que atrae a visitantes de todo el mundo.
El chupinazo es el lanzamiento de un cohete que señala el comienzo de las festividades. A las 12 del mediodía, el alcalde de Pamplona, o una persona designada por él, se asoma al balcón del Ayuntamiento para encender el cohete. Tras una breve cuenta regresiva y el grito de "¡Pamploneses, Viva San Fermín, Gora San Fermín!", el cohete se dispara hacia el cielo, desatando la alegría y el entusiasmo de los asistentes, quienes responden con cánticos, abrazos y el tradicional pañuelo rojo al aire. Este pañuelo, que simboliza el martirio de San Fermín, no se ata al cuello hasta que el chupinazo ha sido lanzado.
El origen del chupinazo se remonta al siglo XX, aunque las fiestas de San Fermín tienen una historia mucho más antigua. Los Sanfermines, dedicados al patrón de Navarra, San Fermín, comenzaron como una festividad religiosa en el siglo XII. Inicialmente, la celebración era una pequeña feria y acto religioso en honor al santo. Con el tiempo, la celebración se fue enriqueciendo con elementos laicos, taurinos y culturales, convirtiéndose en un evento de relevancia internacional.
El chupinazo, tal como se conoce hoy, comenzó a consolidarse en la década de 1930 del siglo pasado. Inicialmente, el cohete era lanzado desde diferentes puntos de la ciudad, pero con el tiempo, se estableció el Ayuntamiento como el lugar oficial para el lanzamiento. La elección del Ayuntamiento no fue casual, ya que este edificio se encuentra en el corazón de Pamplona y ofrece una ubicación ideal para congregar a una gran multitud. Esta tradición ha perdurado y se ha convertido en uno de los momentos más esperados y emblemáticos de las fiestas.
Los Sanfermines son mundialmente conocidos, en gran parte gracias a la obra "The Sun Also Rises" (Fiesta) de Ernest Hemingway, que capturó la esencia de estas celebraciones en su novela de 1926. La descripción vívida de Hemingway sobre la vida, la pasión y la adrenalina de los encierros atrajo la atención internacional hacia Pamplona. Cada año, la ciudad recibe a cientos de miles de turistas que vienen a experimentar el fervor de los encierros, las corridas de toros, los desfiles y, por supuesto, el chupinazo.
El chupinazo es solo el comienzo de una semana repleta de actividades. Los encierros, quizás la parte más conocida de los Sanfermines, se llevan a cabo cada mañana a las 8:00. Durante los encierros, los corredores se lanzan a las calles para correr delante de una manada de toros bravos, en una carrera llena de adrenalina y peligro. Esta tradición, que data del siglo XIII, se ha convertido en un símbolo de valor y desafío.
Además de los encierros, los Sanfermines ofrecen una variedad de eventos culturales, religiosos y sociales. Las procesiones en honor a San Fermín, las corridas de toros, los conciertos, los espectáculos de fuegos artificiales y las actividades para niños son solo algunas de las atracciones que hacen de esta fiesta una experiencia inolvidable.
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