España ilusiona en la Eurocopa de Alemania ahora que ha llegado, frente a los anfitriones, a un punto decisivo. Ilusiona a casi todos, porque hay quien considera que los jugadores españoles, por su comportamiento, no merecen la atención que reciben.
España se enfrenta hoy a l incapacidad de superar a los anfitriones en grandes torneos, con Lamine Yamal y Nico Williams como nuevos referentes. La historia reciente de la selección española en competiciones internacionales ha sido una mezcla de éxito y decepción. Sin embargo, con la dirección de Luis de la Fuente, hay un renovado optimismo. El entrenador ha rejuvenecido el equipo con jóvenes talentos y ha ajustado el estilo de juego para hacerlo más directo y efectivo, logrando una fórmula que podría finalmente romper la maldición de enfrentar a los anfitriones.
Lamine Yamal y Nico Williams, han demostrado ser piezas claves en el ataque español. Su capacidad para desbordar y crear oportunidades ha sido un factor decisivo en el avance de España en el torneo. Estos jóvenes talentos han revitalizado la plantilla, ofreciendo una nueva dimensión al juego de la selección y proporcionando la chispa que a veces faltaba en el pasado.
España llega a los cuartos de final con sólo un gol encajado y muchos a favor. Este logro no es solo la prueba de la solidez defensiva del equipo, sino también de su capacidad para capitalizar las oportunidades en el frente de ataque. El equipo ha demostrado una cohesión y una disciplina que han sido fundamentales para su éxito hasta ahora. La defensa, liderada por jugadores experimentados, ha sido casi impenetrable, mientras que el ataque ha sido prolífico, anotando goles en momentos cruciales.
Todo pinta bien para España, la afición está encantada. Pero hay quien les exige más, además, de fútbol. Le pide un poco de concienciación, como la tiene Mbappé, como la tuvieron las futbolistas de las selección española.
Iván Ferreiro, uno de los mejores cantantes españoles, que ya fue crítico con Nadal, no perdona a los fubolistas españoles.
“A mí el fútbol ya me la sopla. Hace mucho que estoy enfadado con el fútbol. Yo jugaba de pequeño porque si no el sábado te tocaba estar solo, aunque lo dejé cuando empezaron a poner La bola de cristal. Como deporte es una cosa muy potente, mueve muchas emociones, pero el negocio que lo maneja es probablemente de lo peor que está pasando en este país”, ha asegurado en la revista Icon. “Excepto Borja Iglesias y un par más, el resto son una pandilla de ratas que cobran su dinero y nos dicen que no podemos opinar. Salvo Iglesias, los demás cerraron la boca cuando lo de Jenni Hermoso. Tampoco dicen nada cuando juegan en Arabia”.