«Etxerat Euskal presoak» (hogar para los presos vascos). Una multitud ha recorrido este jueves el centro de Pamplona pedir la liberación de los presos etarras que cumplen condena en las cárceles vascas tras el fin de la dispersión. Los colectivos Etxera y Sare, organizadores de la marcha reclaman que pase «de ser una reivindicación a un logro». -¿No cree que puede molestar a las víctimas del terrorismo? -Víctimas hay por los dos lados- responden a ABC varias personas que desfilaban detrás del grupo de música que acompañaba la manifestación. Este tipo de actos son habituales en Pamplona. «La ciudad ya está acostumbrada», comenta otro curioso. Los efectivos de la Policía local desplegados, ante la inexistencia de proclamas que indiquen el enaltecimiento del terrorismo, velan por que el evento se desarrolle con las medidas de seguridad pertinentes. Las asociaciones hacen este tipo de demostraciones «semanalmente» en distintas rotondas de Pamplona, aunque la intensidad habría descendido desde que el bildutarra, Joseba Asirón, se hizo con la alcaldía de la ciudad a finales del año pasado. Una moción de censura a la antigua alcaldesa Cristina Ibarrola, de UPN, que salió adelante gracias al apoyo del Partido Socialista de Navarra (PSN). «Los pactos con Sánchez les están dando resultados», trasladan a este periódico fuentes del PP navarro. Sorprende la determinación con la que aseguran que la situación actual terminará pronto. Una cuestión sobre la que ya advertían organizaciones de víctimas como la AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo) cuando el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, puso fin a la política de dispersión de los presos de la banda terrorista. «Ahora comienza la campaña para que salgan libres», denunció AVT en marzo del año pasado. Algo sobre lo que, desde que se conformó el actual Gobierno vasco, tiene capacidad de decisión el PSE (Partido Socialista de Euskadi. La federación liderada por Eneko Andueza se hizo con la cartera de Justicia, que tiene atribuida la competencia sobre los terceros grados a los presos etarras. Sin embargo, la titular de la cartera, María Jesús San José, no ha concretado todavía qué línea seguirá. Si da un giro, poco previsible, a la política laxa con las excarcelaciones que venían siguiendo los anteriores responsables del PNV encontraría la oposición de Bildu, cuyo apoyo es clave para el PSOE en el Congreso de los Diputados. Lo contrario, sería un agravio para las víctimas, todo y que se ha comprometido a «crear espacios de encuentro» para ellas. (Noticia en ampliación)