El ciclista neerlandés Dylan Groenewegen ganó al esprint la sexta etapa del Tour de Francia, este jueves en Dijon, por delante del belga Jasper Philipsen y del eritreo Biniam Girmay.
El esloveno Tadej Pogacar conservó el maillot amarillo a pesar de algunos sudores fríos al verse aislado, sin compañeros, tras unos abanicos -viento de costado que provoca cortes en el pelotón- a mitad de la ruta.
Por otra parte, Remco Evenepoel se presenta como el favorito de la esperada contrarreloj del viernes entre Nuits-Saint-Georges y Gevrey-Chambertin, en la 7ª etapa del Tour de Francia, pero Tadej Pogacar quiere demostrar los progresos que ha venido consiguiendo en ese tipo de pruebas.
En los dos últimos años, Pogacar salió magullado de su lucha contra el crono en el Tour y ello motivó un trabajo de introspección específico en el esloveno y su equipo, para conseguir avances significativos que le hagan ser todavía más competitivo.
El viernes, Pogacar tomará la salida en la contrarreloj en último lugar, vestido con el maillot amarillo. Justo antes habrá partido Evenepoel, segundo en la clasificación general a 45 segundos y que confía que ese recorrido cronometrado de 25 kilómetros, entre los viñedos de Borgoña, le permitan afrontar el fin de semana como nuevo líder.
“El trazado viene perfectamente a Remco Evenepoel. Él es el favorito”, insiste el español Joxean Matxin Fernández, director deportivo de Pogacar en el equipo UAE.
Pogacar confía en esta contrarreloj para aumentar su ventaja de 50 segundos sobre su gran rival, el danés Jonas Vingegaard, ganador de las dos últimas ediciones del Tour y que llegará al viernes como tercero de la general.
En 2020, Pogacar tuvo una buena experiencia en la contrarreloj con subida final en La Planche-des-Belles-Filles al arrebatar el Tour a su compatriota Primoz Roglic en la víspera del final de la carrera. Al año siguiente la crono fue también clave, en Laval, para conquistar la ‘Grande Boucle’ de 2021, la última que hasta ahora figura en su palmarés.