Con una programación que supera los 200 filmes, el festival se desarrollará en los cines durante julio y agosto, y ofrece diversidad de géneros y estilos.
Con la llegada de la etapa estival, la capital de todos los cubanos se prepara para acoger el 8vo. Festival de Cine de Verano, un evento que, a pesar de la compleja situación económica y energética que enfrenta Cuba, no se ha descuidado.
Los jóvenes de La Habana ven en esta singular fiesta del celuloide una oportunidad para disfrutar del arte cinematográfico y escapar de la rutina diaria, así lo atestiguan algunos en diálogo con JR.
«El cine de verano es una experiencia única para desconectar y vivir historias que nos inspiran, la pantalla grande es lo mejor», comenta Alejandro, estudiante de 22 años.
María, de 19, añade que «el cine es una forma de vivir emociones intensas, de viajar sin salir de la ciudad, y aunque tengo la posibilidad de emprender ese viaje desde mi casa, prefiero la comodidad de una butaca en el Yara».
Para Carlos, un joven trabajador de 24 años, el festival es «una inagotable ventana a otros mundos, siento una gran emoción con tan solo pensar en todas esas películas, porque no es lo mismo elegirlas por ti mismo y verlas en la laptop, que conocer la selección de alguien más, estoy seguro de que aprenderé mucho».
Para matizar, Roberto, un cinéfilo de una mayor generación, cuenta con 60 años, expresa que «el cine es un refugio, en mi juventud acudíamos mucho, claro está, era una de las mayores cosas que teníamos, pero lo más importante siempre son las tertulias posteriores, me da gusto que la juventud disfrute esas experiencias».
Claudia, joven artista de 25 años resalta: «el cine, más que entretenimiento, es una necesidad, nosotros los artistas nos nutrimos mucho de esta manifestación, y el festival es una oportunidad para asistir a la proyección de películas, que en su mayoría debo desconocer, pero que han de ser muy enriquecedoras».
Las tradiciones culturales son el alma de una nación, y acudir al cine resultó tributo al arte de magnitud global. Su creación marcó un hito en la historia de la comunicación humana, al permititir que las historias y lecciones trascendieran las barreras del idioma y la geografía.
Las películas contienen saberes sobre historia, ciencia, ética y muchos otros temas, que muestran de una manera accesible y atractiva. Además, fomenta la empatía y comprensión, cuando experimentamos el vivir y sentir de otros a través de lo que vemos.
Destacan historias de superación y logros que pueden motivar a perseguir los sueños o intensificar el trabajo para llegar a donde queremos; otras abordan dilemas morales, situaciones complejas, amores difíciles, y provocan reflexiones dignas de hacernos cuestionar nuestra existencia o llorar a cántaros.
El 8vo. Festival de Cine de Verano ofrece una experiencia memorable que combate el ocio con una programación sumamente variada y la inclusión de nuevos espacios de proyección. Además, es testimonio de la resiliencia cultural de nuestro país.
Pese a las tensiones económicas, con impacto en la generación eléctrica y el transporte, el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) ha logrado mantener la costumbre, adaptándose a las circunstancias y asegurando que «los preparativos están listos para recibir a la audiencia».
El cine se erige como un espacio de encuentro y disfrute, aunque las proyecciones se concentran en la capital.
Revise las carteleras, ahorre para sus rositas de maíz, corra la voz a sus amigos, junte un grupo y participe de esta constelación cinematográfica, que augura ser todo un éxito.
Como parte de esta nueva edición del Festival, aproximadamente 230 películas en 25 ciclos, distribuidos en salas de esta capital, podrán disfrutar los cinéfilos en los meses de julio y agosto, según despacho de la agencia Prensa Latina.
Bajo el slogan Vamos al cine, por ejemplo, el Multicine Infanta se suma a esta iniciativa con la proyección del documental Vecinos (1985), de Enrique Colina; y Los sobrevivientes (1979), dirigido por Tomás Gutiérrez Alea (Titón), en la Sala 1 en el espacio Miércoles de reposición.
Las Salas 2 y 3 acogerán respectivamente el ciclo Vibra con la pantalla, que incluye largometrajes y documentales de temática musical, tanto nacionales como foráneos; y el ciclo Distopías, con la exhibición de Los juegos del hambre (2012).
Una de las propuestas del Festival de Cine de Verano es traer a la memoria aquellos títulos cubanos que celebran en 2024 aniversario, entre los que destacan, De cierta manera (50 años), Retrato de Teresa (45), Conducta y Boccaccerías habaneras (10), adelantaron recientemente los organizadores en conferencia de prensa.
Los más pequeños de casa también se deleitarán en la etapa estival gracias a una programación infantil y adolescente, en la que destaca el homenaje por los 20 años de Fernanda, una serie de dibujos animados creada por Mario Rivas, entre otras proyecciones.
El filme Aislados, que aborda el período asociado a la pandemia de COVID-19; La espera, dirigida por Daniel Ross; Farándula, ópera prima del actor y realizador Jazz Vilá; y el documental Tarará, la historia de Chernobil en Cuba integran el catálogo fílmico de verano.
También se realizarán espectáculos musicales en el cine Yara y los fanáticos del deporte podrán disfrutar a pantalla grande los Juegos Olímpicos de París 2024.
Es esta una iniciativa del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, con la cual la institución celebra su aniversario 65 y contribuye al disfrute en las salas cinematográficas de la magia del séptimo arte.
