La Seguridad Social trata de preservar la ilusión óptica del aumento de los ingresos de la 'hucha' de las pensiones en un contexto en que ya es necesaria la inyección presupuestaria de dinero al margen de la recaudación de cotizaciones para hacer frente al pago anual de las pensiones y demás prestaciones del sistema. Sin embargo, pese a la existencia de un agujero contributivo equivalente a casi cuatro puntos porcentuales del PIB (casi 56.000 millones de euros), el Ejecutivo destinará al Fondo de Reserva un 68% más de dinero que hace un año, hasta alcanzarse un remanente de 9.200 millones de euros. Este fondo denominado como 'hucha' de las pensiones porque históricamente ha acumulado el remanente no gastado de las aportaciones anuales de empresarios y trabajadores en los momentos en que el sistema de pensiones registraba superávits se configuró como un colchón presupuestario para disponer de recursos en momentos de tensionamiento, como por ejemplo sucedió con la caída de empleo que se produjo a partir de la crisis de 2008 que redujo la recaudación de la Seguridad Social de forma sustancial, a medida que el gasto en pensiones iba creciendo. Así, la 'hucha' llegó a disponer en el año 2011 de casi 67.000 millones de euros de remanente. En ese contexto mencionado de caída abrupta de la recaudación el entonces Gobierno del PP realizó disposiciones para poder cubrir la nómina de prestaciones, hasta casi liquidar el saldo. En 2018, con el cambio de Ejecutivo, el Fondo de Reserva contaba con 5.043 millones de euros. Y tras una última disposición ya por parte del PSOE en 2019 la 'hucha' tocó fondo en algo más de 2.100 millones que se han mantenido inmóviles hasta el pasado 2022. Ahora, con la última reforma de pensiones aprobada por el entonces ministro José Luis Escrivá , se recuperó la actividad de la 'hucha' pese a arrastrar ya la Seguridad Social un importante déficit anual que ha ido creciendo de forma exponencial con la indexación de la revalorización de las pensiones con el IPC. A día de hoy, según las cifras oficiales, el sistema apenas cuenta con un desequilibrio presupuestario de 0,8 puntos del PIB, unos 12.000 millones de euros. A día de hoy, el fondo de 'ahorro' de la Seguridad Social cuenta con un total de 7.022 millones de euros, tras haberse ingresado en lo que va de ejercicio un total de 1.444 millones de euros. Sin embargo, como se ha mencionado, esta situación repetitiva de 'números rojos' ha provocado que el Gobierno amplíe las fuentes de financiación del sistema de forma exponencial. Según calcula Fedea, para lograr el saldo presupuestario comunicado por el Gobierno sólo en el pasado ejercicio 2023 el sistema necesitó de una transferencia de 44.148 millones de euros y de un préstamo por valor de 10.003 millones de euros (0,7% del PIB). En suma, casi 55.000 millones de euros, lo que suponen 3,7 puntos porcentuales del PIB. Ahora, pese a estas cifras, el Gobierno pasa la pantalla y está reflotando la 'hucha' ante un previsible pico de gasto por la jubilación del 'baby boom' para contar con un colchón financiero que se podrá usar, según la ley, a partir de 2032. Y eso sí, estas aportaciones que se realizan a través del mecanismo de equidad intergeneracional, que ya detrae un 0,7% de la nómina, no son contributivas por los que no cuentan para el cálculo de la futura pensión. «La supuesta aportación al Fondo de Reserva, por tanto, carece de sentido pues no representa una reducción de la deuda neta del sistema, que sigue aumentando», señala en un reciente informe sobre el estado financiero de la Seguridad Social el investigador de Fedea y profesor de economía aplicada en la URJC, Miguel Ángel García . De hecho, el experto revela que los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social sólo cubren a día de hoy un 70% del gasto anual en pensiones.