Mientras el huracán Beryl amenaza las costas de la Península de Yucatán, cientos de mexicanos aseguran en redes sociales que es una ‘represalia’ por poner una estatua del dios griego Poseidón en las playas de Progreso, Yucatán, ya que esto provocó el ‘enojo’ del dios originario Chaac.
La cultura mexicana tiene decenas de deidades debido a las culturas que en el pasado habitaron la región, y además de Chaac está Tláloc, a quien usualmente nos referimos cuando llueve fuerte en México y a quien le piden que llueva en tiempos de sequía.
Por ejemplo, el año pasado y debido a la sequía que vivía Nuevo León, su gobernador, Samuel García puso una estatua de Tláloc en el Palacio de Gobierno, aunque fue hasta este año que la entidad se recuperó con las fuertes lluvias que llegaron con el paso de la tormenta tropical Alberto.
Ahora bien, más allá de Poseidón, el dios de los mares y ríos según la mitología griega, esta no es la primera vez que una estatua de la mitología griega o de cualquier deidad es colocada en el país, y la Ciudad de México es ejemplo de ello con al menos 10 ejemplares en sus calles.
Pero vámonos por partes:
El motivo por el que instalaron la estatua de Poseidón en Yucatán fue para atraer más turismo. Esta se ubica a un costado del malecón internacional y formó parte de una serie de inversiones del gobierno local por activar la zona, misma que fue dañada por la marejada a inicios de año.
Además de la estatua de Poseidón, que mide poco más de 3 metros de altura, se instaló una cancha de basquetbol de color rosa, con la que invitan a mujeres y niñas a adentrarse en el deporte.
Algunas de las estatuas de dioses de otras culturas que existen en la Ciudad de México son:
El Servicio Meteorológico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó este miércoles 3 de julio que Beryl impactará como huracán categoría 2, con riesgo de ser categoría 3, en Quintana Roo, esto luego de que se tuviera contemplado que tocaría tierra como categoría 1.
Esto se debe en buena parte a que Beryl, a pesar de su paso por islas del Caribe, no se ha degradado tan rápido y actualmente continúa como categoría 4, a poco más de un día de su impacto en el sureste de Quintana Roo.
