¿Te ha pasado? Muchos usuarios de Uber han notado que el taxista no se acerca a recogerlos, sino que da vueltas o se aleja. Aquí te explicamos por qué hacen esto.
Uber se ha convertido en uno de los aplicativos móviles más utilizados en lo que se refiere al servicio de taxi. A través de esta plataforma, millones de personas en todo el mundo se movilizan por distintas partes de la ciudad a través de su celular. Este tipo de aplicaciones ofrece ciertas ventajas, como conocer la identidad del conductor o compartir el viaje que estás realizando con tus contactos de confianza.
A pesar de los beneficios que tiene, muchos usuarios han reportado un problema muy recurrente con los conductores de Uber: aceptan el viaje, pero nunca llegan a recogerlos y, por el contrario, se alejan del punto de inicio. Esto obliga a cancelar el viaje y, por ende, a pagar la tarifa de cancelación. ¿Por qué los conductores realizan esta práctica? En esta nota te lo contaremos y te brindaremos algunas opciones para evitar pagar este monto.
Para entender esta práctica por parte de los taxistas, hay que tener en cuenta la condición en la que trabajan. Cada vez que reciben una notificación de un cliente requiriendo el servicio de taxi, Uber le envía al conductor la información del lugar donde va a iniciar y terminar el viaje, así como el monto del mismo. Una vez haya recibido esta notificación, tendrá un tiempo para poder rechazarlo o aceptarlo. Cuando haya pasado ese tiempo, ya no podrá negarse a transportar a la persona, porque eso les supondría una sanción o afectaría su historial. Por lo tanto, optan por esperar a que el usuario cancele el viaje. Sin embargo, esto trae otro problema.
Si pasa mucho tiempo y la persona decide cancelar el viaje, tendrá que pagar la tarifa de cancelación. En su página web, Uber señala que este es 'un monto que se le carga al Usuario para pagar al Socio Conductor por movilizarse hasta el sitio de recogida'. Hay que señalar que este cobro se realizará 'dependiendo del momento en que hagas la cancelación del viaje'.
Debido a estas condiciones, un taxista podría estar dirigiéndose al punto de inicio, pero al poco tiempo empieza a retroceder o a dar vueltas, provocando confusión en el usuario. Pasado un tiempo, si el usuario cancela, se verá obligado a pagar la tarifa de cancelación.
Independientemente de las razones por las que un taxista no quiera recogerte para iniciar el viaje, existen algunas medidas que el usuario puede tomar para evitar pagar la tarifa de cancelación.