La racha del superávit primario se habría cortado en junio de la mano del regreso de la caída en la recaudación, esta vez por un 14% real y pese al fuerte freno de envíos a las provincias, que para algunas llegó a cero. El saldo fiscal se perfilaba a la baja por el pago de los aguinaldos para la administración pública y para intentar sostenerlo se patearon nuevamente pagos a las generadoras.
"En junio se ve una retracción del superávit fiscal", planteó Gustavo Cañonero, director de CMF Asset Management. "Nadie duda que el Gobierno va a cumplir con el financiero", aseguró a contramano del humor general financiero. "El mercado está demasiado pesimista", dijo.
El anuncio sobre cambios en los pasivos remunerados generó la idea de un Tesoro más presionado y la posibilidad de mayor ajuste, mientras que Economía dilató la salida del cepo. "No necesariamente va a desafiar el esfuerzo fiscal", consignó Cañonero quien leyó que el Gobierno "gana tiempo y mantiene la absorción de pesos para abrir el cepo con más confianza".
El humor empeoró con los datos de AFIP sobre una nueva caída real de la recaudación tras el excepcional resultado obtenido en mayo que había reflejado ganancias de empresas con la devaluación.
"La contracción económica repercute en el desempeño de los ingresos tributarios, afectando a los principales impuestos como el IVA (cayó 21% real interanual en junio y -10% en el acumulado) y Ganancias", indicó ACM.
"Además, el BCRA indicó que en el primer cuatrimestre del año se registró una menor actividad en 340.000 cuentas sueldo en todo el país, lo que refleja las consecuencias de la caída en la actividad económica y afecta negativamente a los aportes y contribuciones a la Seguridad Social (-18% real acumulado ene-jun 2024)", detalló la consultora.
"Los tributos ligados al comercio exterior, como el Impuesto PAIS y los derechos de exportación son los únicos que mantienen un desempeño positivo en el acumulado anual", agregaron desde ACM.
El Gobierno, ante los bancos, había dejado su visión optimista del escenario macro, con la perspectiva de una mejora en ingresos. La esperanza está puesta en el paquete fiscal de la Ley Bases, que por un lado permitirá sumar 0,4% del PBI, mientras que como contrapartida deberá desandar el impuesto PAIS hacia fin de año.
La promesa del Gobierno ante el FMI es llegar a un superávit fiscal de 1,7% este año y equilibrio financiero. "Acumulamos un superávit primario de más de 1% del PIB y mejoramos la calidad del ajuste con ganancias, combustibles y bajando subsidios económicos", detalló uno de los integrantes del equipo económico, Felipe Núñez, en redes y con los datos a mayo. Dejó afuera el efecto de la licuación de salarios, jubilaciones y planes que en los primeros meses de gestión explicaron más del 50% de la caída del gasto.
También la deuda con las generadoras eléctricas, que llegaron a un acuerdo con el Gobierno en mayo pero que en junio denunciaron que no se estaban cumpliendo los pagos pactados. "Sólo hemos cobrado el 35,29% de la transacción del mes de abril 2024, apartándose fuertemente del compromiso asumido", indicó una carta enviada por Ageera a Economía según detalló Econojournal.
El presidente Javier Milei se enoja cuando le dicen que el superávit se basó más en licuadora que en la motosierra y recuerda el freno de envíos a provincias, que tienen de todas formas menor participación en la torta del gasto. Con la mayor presión por el pago de aguinaldos, los envíos al interior llegaron a cero en algunos casos.
Así lo detalló el economista Nadin Argañaraz: "las transferencias nacionales no automáticas a provincias habrían caído un 83% real interanual en el primer semestre del año".
En lo que va del año "todas las jurisdicciones tuvieron una caída interanual real en el gasto pagado. Las menores caídas se observaron en CABA (-37,3%), Chubut (-52,1%), y Santa Cruz (-57,0%). Las mayores caídas se registraron en La Rioja, Formosa y La Pampa. En el caso de La Rioja, la caída interanual real habría sido del 99%, lo que implica una virtual desaparición de los envíos no automáticos".
