En estos 30 años que nos separan de la Conferencia Mundial sobre la mujer de Beijing, las cubanas pasaron de ser el 35,4 por ciento de la fuerza técnica y profesional del país al 61,7 por ciento; y si en 1995 ocupaban solo el 5,9 por ciento de los puestos de dirección, en 2022 constituyen el 38,6 por ciento.
Los avances son especialmente significativos en el Parlamento: las mujeres pasaron de ocupar el 27,4 por ciento de los escaños al 55,7 por ciento en la actual Legislatura; y el mapa de mujeres en la política que cada año publica la Unión Interparlamentaria y ONU Mujeres sitúa a Cuba en el segundo lugar de los únicos seis países que han logrado la paridad de género en sus parlamentos nacionales.
Los datos fueron compartidos por Francisco Pichón, coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas (SNU) en la Mayor de las Antillas, en el taller nacional previo a la presentación del informe de Cuba ante el Comité de la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), que aconteció este martes en la sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP)
Según reseñó el sitio web del Parlamento cubano, en el encuentro —en el cual participaron Teresa Amarelle Boué, miembro del Buró Político y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC); y Ana María Mari Machado, vicepresidenta de la ANPP—,
Pichón subrayó que nuestro país
participa activamente en estas plataformas globales y regionales con avances importantes en el ámbito de la igualdad de género.
Al inicio del evento, auspiciado por la Comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y los Derechos de Igualdad de la Mujer de la ANPP, en coordinación con el SNU en Cuba; la diputada Arelys Santana Bello, presidenta de esta Comisión, destacó el imperecedero legado de la heroína Vilma Espín Guillois, fundadora de la FMC, en materia de igualdad de género y derechos de la mujer en nuestro país.
Amarelle Boué se refirió al Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, el cual es resultado de la voluntad política del Estado y del Gobierno cubanos, de la experiencia, la inteligencia colectiva y de las propuestas que las mujeres fueron haciendo a través de estos años de formación de la institucionalidad de nuestra patria. Por tanto, este Programa está creado sobre la base de los desafíos que tenemos las cubanas a 30 años de Beijing, precisó.
Al cierre del taller, Ana María Mari Machado recordó el severo impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos y rechazó la injusta inclusión de Cuba en la espuria lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, y se refirió a los derechos humanos de nuestro pueblo en todos los sectores de la sociedad.
