Mucha gente tiene la costumbre de cerrar siempre sus aplicaciones, pensando que tenerlas en segundo plano hará su teléfono más lento. ¿Es eso cierto? Te contamos.
En las redes sociales, especialmente en Facebook y TikTok, circulan muchos mitos relacionados con los teléfonos inteligentes, tanto Android como iOS. Aunque algunas creencias pueden llegar a ser verdaderas (como que la batería del smartphone se daña por utilizarlo mientras está cargando), otras son completamente falsas. ¿Cuáles por ejemplo?
Uno de los mitos más populares, que muchos usuarios creen verídico, asegura que tener muchas aplicaciones abiertas (en segundo plano) provoca que el rendimiento de nuestro celular disminuya considerablemente. Por ese motivo, se recomienda cerrarlas y tenerlas abiertas solo cuando sea necesario, con la idea de que así también ahorras batería.
Según detalla Xataka, un portal especializado en tecnología, esta creencia tiene algo de cierto. Resulta que en los celulares lanzados hace muchos años, cerrar las aplicaciones en segundo plano era una práctica recomendada. Esto debido a que no solo permitía liberar la memoria RAM, también se evitaba el consumo excesivo de los recursos.
No obstante, desde el 2015, tras el lanzamiento de Android 6.0, conocido también como Android Marshmallow, Google incluyó una inteligencia artificial llamada Doze que se encarga de optimizar la gestión de recursos. Es decir, esta IA detecta cuando una aplicación (que trabaja en segundo plano) está utilizando demasiada memoria RAM y decide detenerla.
De acuerdo a la publicación, Doze inicialmente tenía muchas fallas, ya que hasta detenía procesos que eran necesarios. Afortunadamente, el gigante de internet pudo corregir este problema en las siguientes versiones de Android. Por ese motivo, si tienes un celular moderno, ya no es necesario cerrar las apps en segundo plano.
Si tienes la costumbre de cerrar las aplicaciones en segundo plano y no piensas cambiarla, debes saber que esta práctica, en lugar de ahorrar la batería de tu celular, puede agotarla más rápidamente. Esto se debe a que cuando cierras una app, estás deteniendo todos sus procesos. Al volver a abrirla, esos procesos se reinician, consumiendo más energía de la batería.
Pese a que los expertos recomiendan mantener las aplicaciones en segundo plano, eso no significa que no debamos cerrarlas en ciertas circunstancias. Para los especialistas de Xataka, hay varios casos en los que si debemos cerrar las apps que no estamos utilizando. A continuación, te brindamos todas estas situaciones:
