Hoy quisiéramos reflexionar en torno al asunto de la imposición de agendas culturales por parte de lo que los teóricos de la Escuela de Frankfurt denominaron “la industria cultural”, refiriéndose a la producción en masa de bienes y servicios culturales que estandarizan y comercializan la cultura, imponiendo lineamientos que moldean la percepción y el comportamiento de nuestras sociedades.