El viernes anterior, el ministro de Economía, Luis Caputo, realizó una conferencia con el propósito de «bajar la ansiedad» respecto a la eliminación del cepo cambiario. Aunque no se fijó una fecha específica, Caputo mencionó que este sería el tercer paso del plan de estabilización. Sin embargo, no se dieron detalles concretos sobre cambios en la política cambiaria. Caputo afirmó que el tipo de cambio oficial mayorista continuará devaluándose a un ritmo del 2% mensual, a pesar de las crecientes dudas sobre la sostenibilidad de este programa. Además, insistió en la continuidad del programa dólar blend exportador, que permite a los exportadores liquidar un 20% al tipo de cambio financiero y un 80% al oficial, aunque el Banco Central ha estado vendiendo reservas, lo que resultó en un saldo negativo en junio bajo la administración de Javier Milei.
En este escenario, el dólar blue se vendió a $1405 en las cuevas y arbolitos de la City porteña, la cotización nominal más alta registrada hasta ahora. Esto representó un aumento de $40 frente al cierre anterior (+2,9%), acumulando una suba de $140 en junio (+11,4%).
Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, explicó la situación: «El Banco Central exageró con la baja de tasas de interés en mayo. Desde entonces, se generó un desanclaje monetario, el mercado cerró todo carry trade que había, se dolarizó y las cotizaciones se escaparon. Y no es fácil desdolarizar, ni siquiera con que haya salido la ley Bases. Por eso el Ministerio de Economía quiere llevar adelante la fase dos del programa, el Banco Central quiere recuperar un instrumento clave de la política monetaria, que es la tasa de interés. ¿Por qué? Porque si en algún momento suben la tasa de interés, también sube la emisión endógena, porque se tienen que remunerar los pasivos monetarios. Por eso, Caputo anunció que la deuda se pasa al Tesoro».
Los tipos de cambio financieros también mostraron una tendencia alcista y alcanzaron nuevos récords nominales, a pesar de la oferta proveniente de las liquidaciones de exportadores. El dólar MEP cerró en $1413,01, un avance diario de $65,05 (+4,8%). El contado con liquidación (CCL) finalizó en $1412,48, un aumento de $62,3 respecto al viernes (+4,6%).
Fernando Marull, economista de FMyA, comentó sobre la situación: «Hace un mes que el mercado financiero viene muy débil. Entre las idas y vueltas por la ley Bases, la baja de tasas de interés, y un contexto internacional que no ayudó, los bonos y acciones venían cayendo, y los dólares subían. En ese contexto, el anuncio del viernes generó más preocupación, porque demostró que el equipo económico está más preocupado en resolver el tema monetario más que el cambiario. Eso generó ruido entre los inversores, porque hoy el foco está en la venta de reservas del Banco Central. Se vienen meses donde no podrá comprar muchos dólares y el año que viene se le vienen vencimientos de deuda bastante abultados. El mercado está más interesado en saber cómo la Argentina va a salir del cepo cambiario, que por las medidas fiscales y monetarias, que sabemos que vienen bien».
Este lunes, el tipo de cambio oficial mayorista se cotizó a $914,50, lo que representó una microdevaluación de $2,50 frente al cierre anterior (+0,3%), un movimiento que buscó compensar la inactividad del fin de semana. La brecha frente al contado con liqui se expandió a 54,5%.
Los analistas de la consultora económica LCG señalaron: «El mercado muestra menos confianza en la sostenibilidad del esquema actual, seguramente influido por la posición vendedora del Banco Central en el MULC [Mercado Único y Libre de Cambios, aunque hoy compró US$50 millones]. Esto puede comenzar a generar problemas en la economía real, debido a que genera especulación y expectativas de que haya un ajuste en la cotización del dólar mayorista. La aprobación de la ley bases modificada en Diputados no parece haber compensado esta intranquilidad del mercado».
En el ámbito bursátil, la Bolsa porteña cerró la semana con una caída del 1%. En el panel principal, compuesto por las compañías con mayor volumen de operaciones, las acciones más afectadas fueron las bancarias: Banco Supervielle (-6,5%), Banco Macro (-5,5%), BBVA (-4,8%) y Grupo Financiero Galicia (-4,4%).
Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street (ADR) también registraron pérdidas significativas. Los papeles del Banco Supervielle retrocedieron 9,7%, seguidos por Grupo Financiero Galicia (-9,5%), Edenor (-8,7%) y Banco Macro (-7,5%).
Los bonos del último canje de deuda también operaron en terreno negativo, en todas sus legislaciones y vencimientos. Los Bonares cayeron 4,81% (AL41D) y los Globales hasta 4,05% (GD46D). Esto impactó en el riesgo país, que avanzó 57 unidades y se posicionó en 1513 puntos básicos (+3,9%).
Fernando Camusso concluyó: «Con el anuncio que hizo el viernes el Gobierno, el esfuerzo fiscal del Tesoro va a ser mayor, por eso no es extraño que hoy caigan los bonos en dólares. El mercado verá si realmente este sobreesfuerzo fiscal se puede llevar a cabo, por más que en los primeros seis meses hubo déficit cero, y que el Gobierno se muestra comprometido con alcanzar superávit. El driver en el corto plazo no era la ley Bases, o catalizadores que vengan por allí, sino la entrada genuina de dólares. En un momento donde el Banco Central está más vendedor que comprador de divisas, la llegada de dólares es lo que podría calmar a los inversores en los próximos días».
