La segunda película que dirige Viggo Mortensen es un western feminista- o lo más cercano a ello- según las primeras impresiones que generó ‘Hasta el fin del mundo’ (‘The Dead Don’t Hurt’). El nominado al Óscar a mejor actor por Green Book es una de las estrellas que visita República Checa por el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary (KVIFF), creado en 1946 y considerado uno de los más importantes de Europa Central.
“No me propuse hacer una película desde un punto de vista político ni ideológico ni nada por el estilo. Sólo quería contar una buena historia sobre una mujer fuerte e independiente (Vivienne, interpretada por Vicky Krieps). Estoy seguro de que había muchas, tal vez la mayoría, mujeres como Vivienne en ese momento. Es sólo que sus historias no fueron contadas. Los periodistas o novelistas no estaban interesados en esas historias. Estaban interesados en las batallas contra los pueblos indígenas o en la llegada del ferrocarril o en los forajidos, los sheriffs y los ganaderos que luchaban contra los pastores de ovejas o algo así”, declaró ayer en entrevista para The Hollywood Reporter.
Famoso también por su personaje en ‘El señor de los anillos’, el actor que pasó su niñez en Argentina sostiene que, la historia es lo más importante para él a la hora de elegir una película. “El guion es lo más importante para mí, a menos que esté en la ruina y no tenga dinero”, respondió cuando le preguntaron si volverá a interpretar a ‘Aragorn’.
En la inauguración del festival habló de su experiencia al estrenar ‘Hasta el fin del mundo’ en Ucrania. “Entre el público había muchas mujeres como la de nuestra película. O sea, las mujeres que se quedaron y mantuvieron los hogares y las ciudades unidas, alimentaron a los hijos, la escuela siguió funcionando, la sociedad siguió funcionando”.
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Mortensen pensó en su protagonista a partir de la historia de su madre. “Al principio no sabía que era un western. Estaba pensando en mi mamá y sabía dónde creció, cerca de un bosque. Y tengo libros que tenía cuando era niña: de tapa dura con bonitas imágenes en color en la portada de caballeros y cosas como Juana de Arco o cuentos de hadas con muchas ilustraciones. Aunque es una mujer de su tiempo, madre de tres hijos, ama de casa, siempre estuvo interesada en las películas, los libros”.
El domingo se estrenó el documental ‘Vino la noche’ (Night has come), coproducción de Perú, México y España. Se trata de la ópera primera del peruano Paolo Tizón. “La película llega en un momento complicado en el contexto político en el Perú, donde hay una crisis política e institucional en la conducción del Congreso, que está gobernando sin contrapeso de otros poderes”, dijo el director a Efe.
En el filme, Tizón aborda la vida de un grupo de jóvenes que reciben entrenamiento militar para combatir en el VRAEM. Por ello, señaló su preocupación por la nueva ley de cine. “Esta película se hizo con financiación pública. Hay muchos aspectos de esta ley que ponen en peligro el cine libre. Es realmente peligroso en un país donde es tan difícil hacer cine que el Estado esté buscando apoyos para trabajar en una normativa que busca la censura y recortar la financiación en general”.
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El festival describe a ‘Vino de noche’ como una “absorbente mirada al mundo herméticamente sellado del ejército. Sensibilidad junto a violencia, belleza junto a vulnerabilidad”. La cinta es uno de los once largometrajes que compite en la categoría ‘Próxima’.