'First Dates' no ha perdido el tiempo para celebrar el verano. Este 1 de julio el restaurante del amor de Cuatro se transformó en un refrescante 'beach club', con arena, cócteles y el reservado convertido en un jacuzzi. Fue en él, entre burbujas, donde Michelle (37) y Lidia (35) protagonizaron la cita más apasionada de la noche. El soltero italiano llegaba acompañado al local de su amigo Walter , a quien conoció en Ibiza, lugar en el que ambos llevan años afincados. Eso sí, sus respectivas veladas fueron totalmente opuestas: mientras que Walter espantó a su pretendienta a base de chistes malos, Michelle tuvo un flechazo con la suya. Él buscaba «una chica elegante, simpática, loca y aventurera». Y la madrileña se describía a sí misma de una manera muy similar al prototipo ideal de Michelle, considerándose una mujer «muy atrevida, sexy y sin nada de vergüenza». El italiano la esperaba dentro del jacuzzi, y se gustaron mutuamente nada más verse. Hasta tal punto que declaran haber sentido un flechazo. Tras una impresión más que prometedora y confesar su satisfacción por la persona que 'First Dates' les había presentado , la conversación fluyó evidenciando todavía más la química. Charlando de todo lo primordial en una primera cita fueron acercando posturas y ganado confianza. Y así, salió a relucir el tema del sexo. Un terreno donde también eran muy parecidos. Los dos afirmaron ser «muy pasionales». «Si me quieres preguntar si me gusta follar, me encanta», arrancaba él sin cortapisas. «En la primera cita, me encanta follar, y luego si hay atracción y cariño, hacer el amor». «Me encanta el sexo», repetía el soltero. Lejos de achantarse, Lidia le contaba a su pretendiente con la misma claridad que «a mí también me encanta el sexo, me encanta innovar, me encanta probar cuando una persona también tiene un sentimiento y un respeto hacia mí y yo hacia él». La madrileña, pese a confesar que llevaba mucho tiempo sin una cita y por tanto sin mantener relaciones sexuales, dejaba claro que «yo soy la Champions League en el sexo». Después de la conversación subida de tono, se habían quedado con ganas de pasar a la acción. Un primer beso llevaba a otro, y el reservado de 'First Dates' se iba caldeando. La acabó con un apasionado remojón en el jacuzzi.
