La incautación de ayahuasca en nuestro país, una bebida vegetal con efectos alucinógenos -y que los chamanes del Amazonas utilizan como medicina tradicional- ha aumentado considerablemente con respecto al año anterior, según el balance antidroga hasta junio elaborado por la Guardia Civil. Y es que durante el primer semestre de 2024, los agentes han requisado en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas 33 kilogramos de ayahuasca, lo que supone un 300 por ciento más que los intervenidos en el mismo periodo del año pasado. Esta droga psicodélica, específicamente uno de sus componentes psicoactivos, el alcaloide DMT (N, N-dimetiltriptamina), se encuentra fiscalizada en la Lista I de la Convención de Naciones Unidas sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971. En España, su «uso, la fabricación, importación, exportación, tránsito, comercio, distribución y tenencia» queda completamente prohibido , excepto cuando se utilice para fines científicos. En total, la Comandancia de Madrid ha intervenido hasta cuatro toneladas y media de droga. La cocaína ha sido la sustancia estupefaciente más incautada, con 3'77 toneladas. No sólo el intento de meter de manera ilícita esta sustancia ha aumentado significativamente, también lo han hecho otros estupefacientes, como la marihuana, que los agentes han incautado 207 kilogramos, un 30 por ciento más que en 2023 . O el MDMA, con 65 kilogramos confiscados, lo que supone un 72 por ciento más que los intervenidos en el mismo periodo del año pasado. Los especialistas de la Guardia Civil han detenido en total a 322 personas, siendo 235 varones y 87 mujeres. Según Comandancia, la mayor parte de la droga intervenida procedía de Sudamérica. Por ejemplo, la mitad de las 243 incautaciones de cocaína se produjo al interceptar a pasajeros procedentes de Perú, Colombia y República Dominicana. La operación más relevante de esta sustancia fue la que se produjo en abril y que los especialistas denominaron 'Achiote', con 1.800 kilogramos. La Guardia Civil también ha destacado una intervención en la que se localizaron varias maletas facturadas, conteniendo cada una de ellas cantidades superiores a lo s 50 kilogramos de cocaína, en una operación en la que estaban implicados empleados de empresas que operan en el aeropuerto y que colaboraban con las organizaciones dedicadas al tráfico de droga facilitando su salida de las instalaciones.
