El 9 de marzo de 2023, poco antes de las elecciones municipales, varios locales de ERC amanecieron con carteles en contra de su candidato, Ernest Maragall, vinculándolo con el Alzheimer de su hermano, el expresident Pasqual Maragall. En las imágenes, que el Ayuntamiento retiró rápidamente, aparecían la foto de los hermanos y el lema: “Fuera el Alzheimer de Barcelona”. Más de un año después, el diario Ara ha desvelado que es acción salió de las propias filas del partido republicano.
Los Mossos d’Esquadra, a raíz de la denuncia que interpuso el propio Maragall, identificaron a los autores de los carteles, tres jóvenes de la localidad barcelonesa de Igualada. Poco después, y tras intervenir el móvil de algunos de ellos, pudieron comprobar que detrás de ese grupo estaba un militante de ERC de la misma ciudad.
Según la investigación del Ara, la cúpula del partido conocía la autoría de los hechos al menos poco después de que se sucedieran. El actual viceconseller de la Generalitat, Sergi Sabrià, intercambió mensajes con ese militante sobre esta cuestión tiempo después. Consultado el alto cargo, asegura que esas conversaciones iban dirigidas a frenar el escándalo y a mediar con el propio Maragall, al que se escondió esta información durante diez meses.
Si fueron cargos de ERC los que instigaron esa campaña es una incógnita que el Ara no desvela del todo, aunque sí apunta a algunos indicios en esa dirección. Durante la precampaña de las municipales, y ante la perspectiva de un mal resultado para Maragall, el equipo de comunicación del partido comentó justamente con ese militante de Igualada la necesidad de que el candidato republicano ganara notoriedad y despertara mayor empatía, incluso mencionando de alguna forma al expresident de la Generalitat.
La investigación del Ara tiene otra derivada con implicaciones para el partido. Esta y otras acciones controvertidas las llevó a cabo un grupo que dentro de la formación se conocía como “el B”, integrado por militantes de base y de las juventudes y en contacto con los equipos de comunicación de ERC. Su cometido era llevar a cabo actuaciones que el partido no se quería atribuir: otro ejemplo fue el de enviar mariachis a la sede de Junts el día que decidían si debían salir del Govern de la Generalitat.
Este grupo de activistas dentro de ERC cobraba por ello. Emitían facturas –por valor de 1.000 o 2.000 euros– a la empresa de marketing digital Relevance, a la que supuestamente contrataba el propio partido en concepto de acciones de comunicación genéricas, siempre según el Ara, que desvela que cargos como Sabrià o el exdirector de comunicación, Marc Colomé, tenían constancia de la existencia de ese equipo, aunque ellos lo niegan
Consultados por este diario sobre las sospechas de esta acción de comunicación de falsa bandera, el partido ha descartado responder y ha afirmado que ofrecerá este lunes a las 12:30 horas su rueda de prensa semanal. El grupo municipal de ERC en Barcelona tampoco se ha pronunciado. Maragall, por su parte, denunció los hechos en su día pero se acabó retirando del proceso judicial. La investigación, al no hallar indicios de delito de odio, se archivó en junio.
