Los superiores y jefes del suboficial, víctima de ataque sexual en grupo, justificaron la agresión sexual, aludiendo que fue una suerte de 'broma' o de una 'tradición' para evadir responsabilidades y evitar que la víctima denuncie.
Hace un año, un joven suboficial de la PNP fue atacado con insultos y golpes para luego ser violado sexualmente por sus propios compañeros, agentes policiales de su propia dependencia policial, reveló un informe de “Cuarto poder”. Los involucrados intentan ocultar y persuadir a la víctima para que no denuncie ante el Poder Judicial.
Alfredo Azurín, congresista y policía en retiro, se enteró de que el 9 de enero de 2023, un grupo de suboficiales del departamento de Rescate 1 atacaron a un compañero en estas habitaciones, bajo la excusa de una “tradición policial”.
“Esos rituales deben desaparecer, antes ocurría para iniciar a un policía. Deben dejar de lado esas prácticas absurdas, los jefes son responsables”, sostuvo Azurín a “Cuarto poder”.
Según la denuncia hecha por el policía, el suboficial fue llevado por su superior hasta los dormitorios del cuarto Rescate 1.
Allí lo dejó solo hasta que un grupo de aproximadamente 10 policías ingresaron con sábanas y tablas gritando que lo iban a ultrajar. Incluso, su propio compañero de promoción de la escuela fue quien lo retuvo.
“Como era el más alto me tapó con la frazada y allí yo ya no vi nada. Me pusieron más frazadas, una toalla, de pies a cabeza y yo estaba peleando. Me estaban metiendo golpes, no tengo idea por qué”, contó.
“¿Cómo pretendemos acabar con la inseguridad si ocurre esto en la Policía? No se puede violar los derechos de otras personas, somos policías”, dijo Alfredo Azurín.
“Todos son responsables. Entendiendo qué es ser policía, no debe ocurrir, se deben sentir seguros y encima que pretenda tapar. No debe suceder en ninguna instalación policial”, agregó.
Después de golpearlo y ultrajarlo, la víctima logró liberarse, y al momento de huir logró ver a sus propios compañeros. “Vi que me estaban filmando con un celular", sostuvo la víctima.
El suboficial salió corriendo y no sabía qué hacer. Les contó a sus superiores; brigadieres, al mayor y al comandante. Pensó que recibiría apoyo de ellos, pero nada. Así que la víctima decidió grabar en audio a sus jefes para tener como prueba que ellos sabían del ataque.
“Hicieron la vez pasada lo mismo. Hay que entender también que son padres de familia, con hijos, esposas, que van a perder su trabajo”, se escucha en los audios.
En el audio, el oficial intenta persuadir a la víctima diciéndole que si denuncia afectará la vida de los agresores. “Tienen esa lastimosa manera de jugarse en la unidad, todos hemos pasado, yo no he reaccionado así, cada uno tiene temple”.
“Se trata de evitar ahorita el escándalo, quizás se conversa para que los cambien. Solo ha sido por chongo, ellos lo manejan así. Hay que pensar en los colegas porque tienen familia”, se oye decir.
Ellos están dispuestos a recolectar dinero para que el policía agredido sexualmente no los denuncie. “De repente, si usted quiere llevar un tratamiento, también nosotros lo apoyamos, un problema psicológico no se va a arreglar con una denuncia”, se escucha.
Están dispuestos a pagar 4,000 soles para evitar la denuncia, pero el suboficial agredido no solo habla con sus superiores, luego va a encarar a sus agresores, quienes después de ultrajarlo se fueron a jugar fulbito en el patio de la dependencia policial. “Eso no es tradición, promo. En contra de su voluntad, no tienen que hacer eso”, increpó la víctima.
El suboficial fue hasta la Comisaría de La Victoria, que está a unos metros de donde fue atacado, y puso la denuncia. El informe del médico legista confirma que la víctima fue ultrajada. Sin embargo, pese a las pruebas, ningún oficial ha reconocido su responsabilidad por permitir la agresión sexual dentro de la División de Rescate.
“Se llegó a una decisión, no cuento con autorización de mi cliente para dar información, es reserva, no puedo dar detalles. Hay dos policías con prisión preventiva y eso se verá si aumenta en la próxima semana”, dijo Gino Zamora, abogado de la víctima.
“La pena es entre 14 a 20 años, pero se agrava cuando se realizó el cuerpo policial o fuerzas armadas, aumenta a 26 años”, reveló Zamora.
"Cuarto poder" pidió una entrevista al jefe de la Región Policial Lima para conocer qué medidas y protocolos han establecido desde que ocurrió el ataque dentro de la dependencia policial; y si continúan haciendo estas “tradiciones policiales” sin que los oficiales lo impidan; pero solo le indicaron que están evaluando el pedido de entrevista.
La fiscalía ya ha identificado a varios policías, sin embargo, solo dos están en un penal con prisión preventiva. Los demás, quienes afirman que solo lo golpearon y observaron el ataque, siguen cumpliendo funciones en la gloriosa Policía Nacional del Perú como si nada hubiese pasado.
