La actriz Priscila Espinoza viene atravesando el mejor momento de su carrera con su papel en ‘Pituca sin Lucas’. En la telenovela de Latina, la intérprete de 30 años da vida a María Gracia Rizo Patrón. Este personaje, la mayor de las hijas de Techi (Emilia Drago), vive un giro inesperado al enamorarse de Salvador (Jano Baca), lo que desata un conflicto con su novio Felipe (Sergio Gjurinovic) y provocando una serie de eventos inesperados.
Sin embargo, a pesar de su éxito, la nostalgia por la ausencia de su padre, quien falleció antes de ver sus triunfos, es un duro golpe que ella aún no puede asimilar.
Hoy por hoy, la felicidad de Priscila Espinoza no es completa sin su padre, quien falleció antes de poder ver su éxito en la TV peruana. En una entrevista con el diario Trome, la actriz reveló la profunda tristeza que siente por la ausencia de su progenitor.
"Él es el que más me impulsaba a ser actriz. Nunca me vio en esta faceta. Me encantaría decirle ‘Oye, me salió esta novela’. Que baje, aunque sea un ratito del cielo para celebrar conmigo. Nunca estás listo para perder a quien amas", compartió Espinoza.
La actriz también recordó con cariño los momentos familiares que compartía, especialmente las tardes de lonche en las que disfrutaban de queque de vainilla y conversaciones: "Nosotros siempre tomábamos lonche en familia y por lo menos dos o tres veces a la semana hacíamos queque de vainilla para el lonche. Aprovechábamos ese momento para conversar", añadió nostálgicamente.
A sus 30 años, Priscila Espinoza vive un sueño hecho realidad con su participación en ‘Pituca sin Lucas’. Aunque la fama le sonríe, todavía le cuesta creer que está viviendo de la actuación, un sueño que tenía desde niña:
"Yo de niña me miraba al espejo y alucinaba que recibía el Oscar. Si le digo a esa niña de ocho años que lo logró, que es actriz y vive de eso... no me creería", confesó la actriz, quien también protagonizó la película peruana "Utopía".
En una sincera entrevista con el Diario La República, Priscila Espinoza recordó los desafíos económicos que enfrentó al inicio de su carrera. Originaria de Trujillo, se trasladó a Lima con pocos ahorros y muchas esperanzas:
"Vine a Lima y ahí tuve que ver con mis pocos ahorros que tenía, cómo me mantenía. Empecé a trabajar en un programa cómico con Carlos Álvarez, ahí fue mi inicio en la televisión, y poco a poco mientras trabajaba ahí comencé a hacer castings para novelas, que era mi meta, y a veces me iba muy bien y conseguía un personaje, y a veces me iba muy mal y no tenía para nada”, recordó.
La actriz relató cómo, en ocasiones, no tenía dinero para comer y recurría a soluciones creativas para alimentarse: "Me ponía a recordar que muchas veces no tenía ni para comer en el día, porque tenía que separar muy bien mi plata y a veces comía, ¿sabes qué hacía? Tallarines en el hervidor, tenía un hervidor y ahí hacía tallarines", reveló.