El alcalde de Caravelí solicita al Poder Ejecutivo que se declare en emergencia la zona de Caravelí debido a que los daños ya no son controlables.
Luego de evaluar los daños causados por el sismo del 28 de junio y las diversas réplicas que se contabilizaron tras la primera gran sacudida, el alcalde de Caravelí, Roberto Soto, comunicó las conclusiones sobre la afectación del desastre en la población: están sobrecargados, más de 3 mil casas han quedado afectadas y hay familias en estado de indigencia que no han recibido ayuda del Estado.
El alcalde Soto cuenta que los daños son graves y han superado el poder logístico de su jurisdicción, haciendo que las acciones se queden cortas ante la necesidad de la población de Caravelí. Él exhorta a las autoridades, sobre todo al Poder Ejecutivo y a la cartera de ministros de Dina Boluarte, a que se agilice la entrega de donaciones y que se acate el distrito en estado de emergencia.
Además, también denuncia que hasta el día de hoy, no ha llegado ninguna ayuda por parte de la nación ni de la región en la que se encuentra Caravelí. También resaltó que en la provincia de Quicacha, el helicóptero que el Presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzen, mandó a la zona con fardos de sábanas, no ha sido entregado a la población y sigue almacenado en los depósitos municipales.
El distrito de Caravelí, antes de que el gran siniestro se desencadenara en la zona, ya habría sido protagonista de dos sismos que se habrían originado en la misma zona. Uno de estos sismos preliminares al evento principal hizo que los cerros alrededor del distrito temblaran y hubiera un estruendoso deslizamiento de rocas.
Luego llegó el día 28 de junio, cuando a las 12:45 de la madrugada, el Instituto de Geografía del Perú identificó que el sismo fue de 7.0 grados. Incluso las noticias internacionales lo calificaban como un terremoto de 7.2 grados.
Ante el primer gran remesón que afectó a toda la costa sur y centro, así como a una parte de la sierra sur del país, también vinieron las réplicas que, según los pobladores, se sintieron más debido a que no tenían tanta profundidad como el primer sismo de 7.0 grados.
Estas replicas hicieron que la población quede afectando, siendo Caravelí una de ellas: más de 3 mil viviendas. Ahora el alcalde Roberto Soto se levanta y exhorta a las autoridades a atender a la población. El alcalde solicita el envío de:
En Chala, un pescador salió a la costa luego de que el sismo lo haya tomado por sorpresa en su casa. Corrió rápidamente hasta la orilla para examinar lo que él estaba intuyendo que podría pasar, y dio con el clavo. El mar, que en ese momento había tomado la forma de un lago calmo, empezó a retroceder y muy despacio, hasta que gran parte de la orilla mojada se pudo reflejar.
Momentos después, el Presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzen, en comunicación con RPP, salió a decir que se había descartado que un tsunami se pueda originar en la costa de Arequipa; pero luego un profesional de la Marina de Guerra del Perú tuvo que declarar que el presidente de ministros había comunicado algo incorrecto: la alerta de tsunami estaba vigente.
Aunque no fue de grandes proporciones, el sismo fue lo suficientemente fuerte como para generar uno. Se registró en Chala, un tsunami de leve magnitud cayó en las costas arequipeñas luego de mucho tiempo. No se registra daños, solo oleaje anómalo que es, igualmente, de baja intensidad.
