Con una inmigración masiva no es posible mantener el estado del bienestar. Esto es algo que la izquierda debe comprender: la única manera de garantizar las políticas de izquierdas es controlar el número de inmigrantes que entra. Es más, no es solo cuestión de cantidad sino también de tipología. Si la inmigración que entra es poco cualificada tendrá poca empleabilidad y, por lo tanto, consumirán más recursos públicos. Y como resulta que los recursos son limitados, hay que tomarse en serio este tema, nos va la arquitectura del estado en ello. Pero, sobre todo, deberían tomárselo en serio las clases bajas y los trabajadores no cualificados españoles, que son los más perjudicados al ser los que más compiten con los...
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