Este fin de semana ha saltado a los medios una inesperada noticia: la separación de María Rey (57 años) y Manuel Campo Vidal (73) tras 25 años de matrimonio. Ella, corresponsal diplomática de Antena 3 que también ha trabajado como cronista parlamentaria durante más de 20 años, aunque terminó cubriendo información de la Familia Real; y él presidente desde hace casi dos décadas de la Academia de las Artes y las Ciencias de Televisión, ha sido organizador y moderador de algunos de los debates políticos más importantes de nuestra democracia, son testigos privilegiados. Tal y como ha podido confirmar LOC esta misma semana, la pareja de comunicadores ha roto recientemente su relación de manera amistosa y sin terceras personas involucradas. «Se han separado por el desgaste de los años. Se trata de un proceso personal de pareja, que no de familia, ya que mantienen una muy buena sintonía y se siguen viendo en el que fuera su domicilio conyugal», ha declarado una fuente cercana al ya exmatrimonio al medio anteriormente citado. La misma que también ha dejado claro que Rey y Campo Vidal no tienen pensado divorciarse pues entre sus planes no está el de volver a casarse. «Para que te hagas una idea, hablan a diario y comen en familia a menudo. Les vamos a seguir viendo bien y juntos en muchas ocasiones», afirma. La pareja se conoció y se enamoró en los años 90, cuando él ejercía como directivo de la cadena de televisión privada Antena 3 y por aquel entonces ella trabajaba en los informativos de la misma cadena. Para el periodista fue su segunda boda, tras pasar por el altar con la abogada Francesca Canella , con quien tuvo dos hijos, Claudia y Pau . Juntos tuvieron tres hijos: Iria , Iago y Nacho de 25, 23 y 21 años respectivamente. A principios de este mes de junio, el segundo se sus vástagos recogió el Premio en Emprendimiento Satelital en 'Innovations Days', una gala organizada por Hispasat que reúne a una gran cantidad de profesionales dedicados al mundo de las telecomunicaciones y del espacio. La conciencia sobre lo que acaece en el mundo rural no es lo único que le inculcaron sus padres, dos grandes comunicadores del panorama español: «He heredado saber transmitir lo que estoy contando. Gracias a ellos he desarrollado esa habilidad, que es como una llave maestra. Aunque no me dedique al periodismo, la comunicación alberga todos los campos», dijo entonces en conversación con ABC. Campo Fernández es consciente que con sus logros pueden aparecer críticas alegando que lo que consigue es por ser 'hijo de': «Hay que aprender a llevarlo. Por el momento, no me he encontrado con esa situación. Si me hubiese dedicado al periodismo, posiblemente sí. Mis padres no se dedican al mundo de las telecomunicaciones. No me pueden acusar de nada». Tampoco a su hermano Nacho, que se ha convertido en uno de los DJ mejor posicionados de Madrid: «Se gana la vida con ello. Ha ido a México Roma...». Así, Iago no se esconde a la hora de presumir de él: «Tiene algo que yo no tengo. Es muy disciplinado con los estudios. Ahora mismo, ha parado un mes para centrarse en los exámenes. Está estudiando Administración y Dirección de Empresas e Ingeniería Informática. Saca notables y sobresalientes».
