La historiadora del arte, coleccionista y comisaria gaditana Jimena Blázquez fue nombrada por la Junta de Andalucía directora del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla en noviembre del año pasado, aunque a ella le gusta puntualizar que fue designada directora tanto del CAAC como del C3A de Córdoba , con lo que subraya la importancia que le da a este centro. Cuando va quedando atrás la intensa polémica de su nombramiento, que vino acompañada entre otras críticas por la dimisión del comité técnico del Centro en bloque, Blázquez reflexiona sobre el futuro ya casi inmediato del C3A, que todo indica que el año que viene, en el segundo trimestre, iniciará una nueva etapa una vez concluya el acuerdo con la Fundación Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21) . -Algo más de medio año lleva en el cargo, tiempo al menos para tener ya una idea general de lo que debe ser el futuro del CAAC y del C3A. ¿Qué balance hace de estos primeros meses? -Me siento muy bien en esta nueva responsabilidad. Desde el principio sabía que era un reto importante, que asumí con mucha ilusión. Siete meses todavía es poco tiempo para hacer balance o sacar conclusiones, pero sí creo que ya se ha logrado, en trabajo conjunto con el equipo , establecer una nueva línea en cuestiones como la dinámica de trabajo o el apoyo a los artistas. Nuestra idea es sobre todo abrir el CAAC de Sevilla y el C3A de Córdoba tanto a lo local, con una importante política de enraizamiento , como a lo nacional e internacional. -En Córdoba, como es lógico, lo que más preocupa es el C3A. Ya ha tenido varias etapas desde su apertura en 2016 pero, en general, persiste la sensación de que sigue alejado de las dinámicas culturales de la ciudad. ¿Qué papel cree que debe jugar este centro? -Pienso que, como cualquier museo o cualquier centro de arte de creación contemporánea, el C3A debe de ser un buque insignia de lo que está pasando a nivel creativo tanto a nivel local como a nivel nacional e internacional. Yo me he encontrado el C3A poco enraizado y mi objetivo es darle la vuelta a la brújula. Desde que he llegado estoy trabajando con mi equipo para dinamizar ese diálogo constante con lo local a través de asociaciones, de artistas, de instituciones. Le estamos dando voz a los artistas andaluces y nuestra decisión más inmediata es convertir la caja negra en un laboratorio de investigación. Al igual que existen los conservatorios que conservan la música, nos gustaría que la caja negra fuese un 'exploratorio' . Estamos preparando ya una programación que empezará ahí en el mes de octubre, pues hasta entonces la caja negra la tiene cedida TBA21. Vamos a invitar a artistas y les vamos a pedir que utilicen ese espacio escénico como un laboratorio de diálogo multidisciplinar. La idea es que los artistas puedan trabajar con músicos o escenógrafos tanto nacionales como internacionales. -Respecto a TBA21 la gran pregunta que ha sobrevolado durante el último año se centraba en su continuidad, ya que en 2025 llega a su fin el convenio. Cuando llegó usted al cargo, parecía que podría haber alguna opción de que eso sucediese pero ahora todo indica que la etapa de la Fundación Thyssen se acaba. ¿Cómo ha sido su relación con TBA21 y cómo analiza la situación? -Nunca me he pronunciado sobre ese tema. Lo que yo he hecho con TBA21 es respetar el convenio que firmaron en su día dos personas que no están ahora mismo ni en el CAAC ni en la propia TBA21 [en referencia a su predecesor Juan Antonio Álvarez Reyes y al exdirector de la Thyssen Carlos Urroz]. El convenio está vigente hasta el mes de marzo de 2025 y la relación que existe entre ambas partes es cordial. Ahora lo que toca es sentarse para analizar el impacto que ha tenido esta programación en sus tres años de duración y que, hasta antes de noviembre, yo veía desde fuera. Las conversaciones están ahí pendientes, pero está claro que se trata de una nueva etapa porque las personas que firmaron aquel convenio ya no están aquí. -Estos tres años ha estado por una parte la gestión de exposiciones externa de TBA21 y por otra la gestión del propio museo, que ha tenido escasa visibilidad. ¿La marca C3A se diluía? -Es que TBA tiene casi todo el museo y lo que queda para gestión del propio C3A es mucho más limitado. A pesar de esas limitaciones, en el periodo que yo llevo en mi actual responsabilidad hemos hecho exposiciones significativas como la que le hemos dedicado a José Val del Omar y que se puede ver hasta el próximo mes de septiembre. De hecho, creo que esta exposición ha tenido una significación mayor que 'Ecologías de la paz' [se refiere a la exposición que mantiene actualmente abierta en el C3A TBA21]. Desde que yo he llegado me he implicado personalmente y con todo el equipo en la difusión de lo que podemos hacer en la actual situación. La prensa escrita nacional ha considerado la exposición de Val del Omar como una de las propuestas importantes del año en todo el país y creo que eso es significativo a pesar de esas limitaciones que tenemos. -Una de las críticas al modelo de TBA21 es que condiciona en exceso a los artistas con temáticas y enfoques que ya les vienen dadas. ¿No existe un peligro de falta de libertad creadora con modelos de gestión de este tipo? -Yo creo profundamente en la creación y en la libertad y nunca he condicionado a un artista para que se dirija a un campo que no es de su interés. En mis comisariados lo que he intentado es acompañar a los artistas en un proyecto y en un proceso. La línea curatorial del CAAC y el C3A creo que debe estar relacionada con los problemas del tiempo en el que vivimos. Yo creo en el arte contemporáneo como un motor de generación de ideas, como una forma de hablar de nuestra sociedad. Con esa premisa fundamental, nuestra idea es darle mucha visibilidad a los artistas andaluces. Así, en el mes de octubre inauguraremos en el CAAC una nueva exposición, que llevará por título 'Tablao. Escenario de formas en el arte contemporáneo andaluz' . Esta muestra nace de que cuando yo llegué quise investigar sobre los creadores andaluces y estuve pidiendo dosieres y visitando estudios. Aquí nos fijaremos en la generación de artistas nacidos a partir de los años 80 que están trabajando la escultura, la instalación y la forma con el fin de darle protagonismo en una exposición colectiva. Esto lo continuaremos luego en una serie de exposiciones de revisión que abordarán la pintura y otras manifestaciones artísticas. Tenemos que conseguir que cada vez más artistas se sientan partícipes de las propuestas del CAAC, porque ahí hay un problema importante. -¿Cómo va el proceso de renovación de la comisión técnica? ¿Se mantendrá esa figura? ¿Y cuál será a partir de ahora la política de compras? -Por ahora he preferido dejar un tiempo de reflexión, con la idea de buscar a las personas adecuadas para la comisión técnica. Ya la tenemos cerrada y a partir de ahí se seguirá con la política de compras. Por lo pronto, en Arco 2024 vamos a establecer un presupuesto de adquisición de obras de artistas andaluces que estén allí representados tanto por galerías nacionales como internacionales. Ahora mismo estoy también en un proceso de análisis de la colección , de ver los artistas que faltan y las carencias que consideramos que deben de estar representadas. Eso es un proceso largo y que hay que hacer con rigurosidad. Pero sí, la idea en cuanto a las compras es ir rellenando esos huecos que pueda haber e ir abriendo también otras líneas. Otra cuestión importante en cuanto a la colección propia del CAAC es que vamos a abrir la posibilidad de que piezas de la colección permanente puedan ser expuestas en el C3A de Córdoba. -Una de las cuestiones que le ha dado visibilidad al C3A han sido los programas de residencias de artistas. ¿Se mantendrán este tipo de proyectos? -Somos uno de los pocos museos de España que tienen residencias de artistas y eso para nosotros es algo importante. Lo que sí queremos es dinamizarlas en el sentido de que los artistas tengan mayor facilidad para presentarse. Ahora mismo el proceso es muy complejo y no todos los artistas saben superar tanta burocracia. Ese acceso tenemos que facilitarlo. También es importante que los artistas se sientan una parte fundamental del museo. No es tanto cambiar el formato, no se trata de eso, sino de que se les incluya luego en la programación de las exposiciones, en conferencias o en las actividades que vamos a desarrollar la caja negra. No puede ser que la experiencia de las residencias se quede solo ahí, sino que se tiene que extender también a producciones y a otros proyectos que sean de interés. -A lo largo de los años siempre ha habido muchos artistas actuales andaluces, algunos de ellos muy conocidos en sus provincias, que no han tenido vínculo alguno con el CAAC ni en la programación expositiva ni en el programa de compras. ¿Tiene eso solución? -El CAAC debe de estar abierto a las diferentes voces andaluzas . Y habrá procesos de investigación sobre diversos movimientos. Tengo claro que el CAAC tiene que estar abierto a todos los artistas andaluces y a todas las manifestaciones artísticas.