La peste nos acompaña desde más tiempo del que imaginábamos: ya en muestras obtenidas en la Edad de Bronce se ha recuperado el genoma de la bacteria Yersinia pestis, una enfermedad que ha moldeado nuestra genética.
Desde 2020, hemos vivido un episodio pandémico, con las traumáticas consecuencias que conlleva desde el punto de vista socioeconómico, sanitario y psicológico para la generación que nos ha tocado sufrirlo. Pero este tipo de situaciones no es nueva. Si el lector ha viajado por ciudades europeas, encontrará monumentos que celebran el fin de episodios epidémicos históricos.]]>