El mismo día en que se convocaba el debate de política general en Andalucía, una suerte de examen sobre el estado de la comunidad, cuatro horas antes se convocaba una huelga general en la Sanidad andaluza. Era previsible su éxito proyectado por la oposición en el Parlamento, pero de nuevo pinchó. El Gobierno andaluz estimó la participación por debajo del 5%; y los convocantes, en un 75%. Demasiado absurdo. Probablemente no pasó del 10%; desde luego sólo fue significativa en algunos centros de salud, apenas nada en los hospitales. Se mantiene el abismo paradójico entre el relato de la oposición y la respuesta de la ciudadanía, que no parece compartir el apocalipsis del sistema proclamado a diario por la izquierda....
Ver Más
