El Mundial de Brasil 2014 ya era brillante para la Selección de Costa Rica. El triunfo ante Uruguay, la victoria frente a Italia y el empate contra Inglaterra hizo que la Tricolor volviera a decir presente en los octavos de final de una Copa del Mundo, algo que no ocurría desde Italia 90.
Solo que en esta ocasión, la Sele avanzó como líder del grupo de la muerte. Y seguía el pulso contra los griegos, ese que puso a prueba el corazón de los ticos.
La sección Puro Deporte de La Nación, transformada en ese momento en Puro Mundial, sintetizó todo en una sola palabra: ¡Epopeya!
Diez años después no recordamos de quién fue la idea del titular, pero lo que no olvidamos fue esa tanda de penales dramática y vibrante, surreal por momentos, pero real e imposible de no contarla a quienes no vivieron ese instante apoteósico para el fútbol de Costa Rica.
Revivamos lo ocurrido el 29 de junio de 2014: Los héroes ticos de Brasil 2014 querían llegar más lejos de lo logrado hasta el momento y con esa convicción jugaron ante Grecia en el Arena Pernambuco de Recife.
Bryan Ruiz otra vez hizo que el grito de gol estallara en el estadio y que la réplica instantánea fuera en todo el territorio nacional y en cualquier parte del mundo donde se encontrara un tico. Su gol en el minuto 52 desató gritos, lágrimas, brincos y abrazos.
La expulsión de Óscar Duarte en el minuto 66 le metía una dosis de tensión a la que ya de por sí sentían los aficionados costarricenses. En el 90′+1 cayó ese tanto de Sokratis Papastathopoulos. 1-1 y tiempos extra.
Durante ese lapso no hubo más anotaciones y todo quedaba para la definición desde la tanda de penales.
Keylor Navas tuvo una actuación soberbia y como lo describió la primera plana de La Nación del 30 de junio, simplemente fue: Keylor en el Olimpo. Su manera de encarar la serie fue tan vital como los lanzamientos de Celso Borges, Bryan Ruiz, Giancarlo Pipo González, Joel Campbell y Michael Umaña.
El arquero costarricense había desviado el cuarto lanzamiento de Grecia, tirado por Theofanis Gekas. Keylor Navas ya había hecho lo suyo y dejaba todo en los pies de Michael Umaña, quien si anotaba, la sentencia era conocida. El defensor convirtió para la felicidad de todos y Costa Rica avanzó a los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014, con Países Bajos como siguiente rival.