Uno de los retos de la virtual primera presidenta de nuestro país, Claudia Sheinbaum, y del gabinete presidencial es atender la escasez de agua. Por ejemplo, hasta este mes, el almacenamiento de las presas del Sistema Cutzamala se encuentran por debajo de su promedio histórico, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
A esta presa se suma Sonora, donde su sistema de presas se encuentra al 10.2 por ciento de su capacidad de almacenaje.
Sobre el tema, en el documento 100 pasos para la transformación, la virtual presidenta electa plantea una estrategia hídrica para que todas las personas tengan garantizado el acceso al agua, que es un derecho.
El plan hídrico de Claudia Sheinbaum tiene tres ejes fundamentales: las instituciones, uso de tecnologías para modernizar la distribución del agua y apostar por obras estratégicas.
Sheinbaum detalla que las instituciones deben evolucionar para gestionar de mejor manera la sequía en México. Agrega que la Conagua debe ser fortalecida para cumplir su misión.
Otras de las acciones que propone en su plan hídrico son que ninguna fuente de agua debe ser sobreexplotada de manera sostenida. Además, se debe integrar a la sociedad en la toma de decisiones que afectan las condiciones hidráulicas
También abordó el tema del acaparamiento del agua, que realizan las grandes empresas e industrias. Sheinbaum sostiene que estas deberán operar conforme a la ley, para que desaparezca el mercado no regulado.
“El artículo 27 de la constitución, que establece que la propiedad de las aguas corresponde a la Nación, debe ser respetado y fortalecido”, sentencia en el documento.
La virtual presidenta de México apostará por el uso de la tecnología para medir los volúmenes de agua que explota cada concesión agrícola.
Esto se debe a que el campo usa el 76 por ciento del agua, mientras que para la población en general es del 15 por ciento. Al tener un mayor control sobre el uso del elemento, se puede liberar una cantidad sustancial de este para consumo humano.
“Podemos hacer mucho más eficiente el uso del agua con tecnología y empresas mexicanas por medio de la tecnificación del riego, el cual tiene un doble beneficio, ya que ayuda a los productores a crecer cultivos de mayor valor económico”, detalla el documento ‘100 pasos para la transformación’.
Sheinbaum asegura que se necesitan proyectos que usen grandes volúmenes de agua tratada que se generan en las ciudades. Por ejemplo, que sean destinados al riego y la minería.
Así, el agua de primer uso iría directamente a las presas que abastecen a la población. Las zonas que podrían aplicar el uso de agua residual son Baja California, en la Zona Metropolitana del Valle de México, en Querétaro, El Bajío y en zonas de la frontera con Estados Unidos, que utilizan agua del Río Bravo.
Para poner en marcha el uso de agua residual en las grandes industrias, se tiene que incrementar la capacidad de tratamientos municipales.
Se explica que México es rico en agua, pero no está distribuida de manera equitativa: el sur del país tiene abundancia, pero en el centro se padece de escasez por sequía y es aquí donde se encuentran los mayores focos de desarrollo económico.
Sheinbaum afirma que se requiere de mantenimiento y ampliación de infraestructura de acueductos y presas en varios lugares del país, para resolver los problemas de abasto de agua.
La morenista se centra sobre todo en Tampico, Altamira y Madero; en el sur del país en Guerrero, Oaxaca y Chiapas y en ciudades de norte como Zacatecas, Chihuahua y Ciudad Victoria.
“Debemos asegurar la tecnología necesaria para la desalinización del agua de mar en ciudades de Baja California y Sonora, asegurando que las descargas de salmuera no afecten los ecosistemas marinos”, se advierte en 100 pasos para la transformación.