Como consecuencia del aumento en los servicios energéticos, tras la asunción de Javier Milei, los argentinos empezaron a optar por alternativas de calefacción más económicas. Las empresas proveedoras de salamandras notaron un fuerte incremento en sus ventas en el comienzo del invierno
Con la llegada de aumentos en las boletas de luz y gas a los hogares, y con registros de los días más fríos del año, los vendedores de salamandras a leña vieron un crecimiento interanual del 50% en sus ventas.
"El sinceramiento de tarifas y la quita de subsidios hizo que los clientes comenzaran a prestar atención a aquellos productos propulsados por energías renovables, como las salamandras", comentó Facundo Cáceres, gerente comercial de Tromen. Aseguró además, que, en mayo, la compañía tuvo un pico de ventas histórico, impulsado, principalmente, por la actualización de las facturas de luz y gas.
"Si bien hubo varias causas que impulsaron este pico en las ventas, como la ola de frío durante los primeros días del mes, así como el comienzo del invierno, las ventas subieron entre 50% y 60% respecto a mayo del año pasado", reveló Cáceres.
Por su parte, Julián Groppo, responsable comercial de Punto Parrila, una firma que comercializa salamandras en los barrios porteños de Belgrano y Palermo, reveló que la empresa se enfrentó a un pico de demanda que no pudo cubrir con el stock que tenía. "A diferencia de otros años, en mayo de 2024 la demanda estuvo por encima de lo que podemos ofrecer. Sucedió algo que no pudimos prever de antemano".
Si bien se trata de productos con un precio elevado, "el sistema de calefacción a leña es más efectivo que los tradicionales", aseguran en el sector. De hecho, explican que, aquellas estufas que son de doble combustión, permiten un consumo regulado y brindan mayor autonomía.
"La diferencia entre una salamandra y un calefactor a gas o una losa radiante, tiene que ver con que la primera, al funcionar a leña, tiene una inercia calórica que mantiene el calor durante mucho más tiempo", explicó Groppo.
Respecto a los gastos que implica mantener encendida una salamandra durante toda la temporada invernal, expertos en el tema explicaron que, si bien depende del modelo, se necesitan entre 800 kilos y 1,5 toneladas de leña. Actualmente, el kilo de leña ronda entre los $ 20 y $ 35.
"Notamos que el aumento de las tarifas hizo que los usuarios busquen otras alternativas, sin hacer muchas cuentas", expuso Cáceres. En este sentido, develó que es difícil establecer una comparación entre el consumo de leña y el de gas o luz, ya que depende del espacio donde se ubique el sistema y de la cantidad de tiempo que esté activo. A su vez, la ubicación geográfica es determinante ya que hay zonas del país que cuentan con subsidios más altos que otras.
"En zonas del interior del país, donde no hay gas de red o el mismo no está subvencionado, la calefacción a leña es una alternativa más barata", comentó.
Los precios de las salamandras comienzan en los $ 250.000, pero hay opciones que valen hasta $ 2,5 millones. Sin embargo, según comentaron en el sector, los usuarios tienden a comprar productos más económicos.
"Notamos las consecuencias del tarifazo porque el cliente empezó a elegir los equipos económicos", expuso Groppo. Y, a la vez, comentó que la baja de tasas y la vuelta de la financiación provocó una reactivación aún mayor en las ventas. De hecho, aunque depende de cada modelo, la firma ofrece 3, 6, 9 y 12 cuotas con intereses de no más de 20 por ciento.
"Sabíamos que este año el mercado interno iba a estar marcado por una baja en el poder adquisitivo y por costos más elevados en las tarifas, entonces desarrollamos un mix productos con la misma calidad, pero con precios más accesibles al bolsillo del mercado argentino", sostuvo Cáceres.
Comentó, además, que, con este objetivo, la firma desarrolló el modelo ECO Tromen 7000, que, si bien tiene las mismas características que los productos de otras líneas, realizaron algunos cambios en su diseño para abaratar su precio que, será, hasta el fin del invierno, de $ 189.000.
