Hay un sinfín de alimentos que, gracias a sus respectivas propiedades, aportan grandes beneficios para la salud, evitando así enfermedades como la diabetes o el deterioro cognitivo.
Este es el caso de los arándanos, un fruto de bosque que, además de combatir ambas cuestiones, presenta un alto contenido de vitaminas y es rico en fibra, esencial para controlar el peso corporal.
Además, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, esta fruta es la que tiene mayor poder antioxidante, producto de la presencia de antocianinas y fitonutrientes.
Es uno de los frutos con mayor aporte vitamínico (A, B, C y K), como así también en lo que respecta a minerales (manganeso, cobre, zinc, selenio, sodio, calcio, potasio, magnesio, fósforo, hierro y fibra).
De acuerdo a diferentes estudios, los arándanos también contienen un 85% de agua y, una taza entera, tiene tan solo 84 calorías, con 21,5 gramos de carbohidratos.
Si bien esta fruta es rica en antioxidantes, también lo es en flavonoides, un compuesto vegetal que, según la Universidad de Harvard, ayuda a reducir el riesgo de demencia.
Otro punto a tener en cuenta es su bajo índice glucémico, por lo que pueden mejorar la sensibilidad insulina y, con un consumo diario, los niveles de azúcar en sangre.
Los arándanos son versátiles, dado que se pueden consumir frescos, secos, congelados o en preparaciones, tales como jugos o licuados. Más allá de eso, este fruto aporta un sinfín de beneficios para la salud:
