Hacer una oposición responsable cuando al frente del Gobierno hay un trilero resulta ser una tarea ardua , porque el riesgo asumido siempre es enorme. Si aceptas alcanzar algún tipo de pacto, lo haces con la certeza de que tu interlocutor intentará engañarte. Si te niegas, le allanas el camino para asaltar otro bastión democrático al proporcionarle un valioso pretexto para actuar unilateralmente. Cualquier opción entraña el peligro de caer en una trampa. La alternativa es por ello diabólica: un arreglo cuestionable o un enfrentamiento llamado a terminar perjudicando a España. Esa es la tesitura en la que se ha movido Feijóo desde que un Sánchez perdedor optó por echarse al monte en aras de atornillarse a la poltrona de...
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