Plácido Domingo (Madrid, 1941) es uno de los más grandes artistas líricos de la historia de la ópera. Bebió de la música desde pequeño al nacer en una familia de cantantes líricos e inició su carrera artística en México, donde creció y se formó como cantante y actor. Encontró en la música su propio lenguaje expresivo y consiguió varios récords personales en cuanto a repertorio operístico, como la interpretación de 151 diferentes papeles, tanto de tenor como de barítono. Más que ningún otro cantante en la historia de la ópera.
Se ha paseado por los escenarios más importantes del mundo y ha formado parte de múltiples proyectos discográficos y de espectáculos de masas. Sin duda, puede considerarse una auténtica leyenda viva. Es mucho lo que le debemos y así lo ha reconocido la soprano rusa Aida Garifullina, ganadora del concurso internacional Operalia en 2013, asegurando que Plácido Domingo se merece "el aprecio y el amor" de España y del mundo entero porque les ha dado "mucho". Espera que la figura del tenor quede por encima de las acusaciones de acoso vertidas sobre él.
"Es un hombre muy noble, en mi experiencia con él y en lo que he escuchado de otras personas cercanas que han trabajado o que son amigas suyas, siempre ha sido un hombre muy, muy gentil (...) A pesar de todo, sigue representando a España en todo el mundo. Y quedará en la historia para siempre", ha añadido Garifullina en una entrevista con Europa Press con motivo de su actuación en el Festival de Santander el próximo 3 de agosto.
Un corazón muy grande
El tenor español fue jurado decisivo en la victoria de la soprano en el concurso Operalia en 2013. Garifullina cree que es algo que recordará toda su vida y extiende ese mismo agradecimiento a "otros compañeros" del concurso porque les "apoyó y ayudó" a convertirse en artistas. "Plácido Domingo ha jugado y sigue jugando un gran papel en mi vida, en mi carrera. Estaré muy agradecida con este increíble ser humano toda mi vida. Me dio la oportunidad de convertirme en quien soy ahora, de estar donde estoy ahora y de que mis sueños se hicieran realidad. Es una persona increíble. No solo es uno de los mejores en la industria musical, en la historia de la ópera, también es un alma muy profunda y hermosa. Tiene un corazón muy grande", ha defendido.
En 2014, Domingo acompañó a Garifullina, de 36 años, a su ciudad natal, Kazán (Rusia), para dar su primer concierto en esa zona. Diez años después sigue evocando el momento como algo "mágico e histórico", tanto para la soprano como para los ciudadanos de Kazán: "Hicimos un concierto en mi ciudad natal porque mi gente en Kazán soñaba con Plácido Domingo. Nunca había venido antes, y cuando vino fue una gran alegría para ellos. Aún me lo recuerdan y han pasado diez años desde 2014. Lo recuerdan y siguen viniendo a decirme 'gracias, gracias, muchas gracias'. Fue un momento mágico y histórico. Es un hombre tan gentil".
La artista, que valora la cultura operística española por su genialidad y la hermosura y calidez de público, volverá a actuar en España tras su paso por el Teatro Liceu de Barcelona con "Romeo y Julieta" en 2018. Actuar en el concierto inaugural del Festival de Santander en agosto es para ella "un regalo" y ha adelantado que espera incluir en su repertorio algo en español. En su mayoría, serán arias que no se hacen a menudo en el mundo. "Pero son verdaderos regalos y espero que el público lo disfrute. Es un programa que no es muy conocido en el mundo, pero muy famoso en mi país, Nikolái Rimski-Kórsakov. Los compositores son muy conocidos, por supuesto, pero estas piezas en particular no se tocan mucho en las casas de ópera. No como las óperas italianas o francesas. Por eso creo que es aún más interesante para el público escucharla. Porque siempre queremos descubrir algo nuevo, ¿verdad? Así no escuchamos todas las mismas arias de ópera en cada concierto", ha explicado en su entrevista a la agencia. "Quiero sentir el dolor del personaje y obtener todas las posibles sensaciones y emociones de mi performance", concluye.
