La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha dictado severas sanciones contra el Gimnàstic de Tarragona tras los incidentes ocurridos en el partido de ascenso frente al Málaga CF . La decisión se produce tras la revisión de los sucesos reportados durante y después del encuentro, que terminó con un empate 2-2 y se vio empañado por múltiples altercados. El juez disciplinario único para las competiciones no profesionales ha ordenado la clausura del Nou Estadi Costa Daurada por cuatro partidos, además de imponer una multa de 10.000 euros al club. Una sanción responde a los reiterados episodios de violencia y conducta antideportiva por parte de jugadores, cuerpo técnico y aficionados del Nástic. A nivel individual, las mayores sanciones han recaído sobre el jugador Ignacio González Ruiz 'González' , que ha sido sancionado con cinco partidos y tres meses de suspensión . En el minuto 63 del encuentro, González fue expulsado por doble amonestación y posteriormente se enfrentó de manera agresiva al cuarto árbitro, llegando a golpearlo con el dedo y negándose a retirarse a la zona de vestuarios tras haber sido expulsado. Por su parte, David Concha ha recibido una sanción de seis partidos . Concha fue expulsado en el minuto 120 por abandonar el área técnica, gritar y gesticular violentamente contra el árbitro asistente. Sus insultos y el lanzamiento de una botella de agua vacía sobre su cuerpo agravaron aún más la situación, resistiéndose a retirarse del campo. Así, el juez justifica la suspensión por «gritar y gesticular protestando una decisión del árbitro principal y dirigirse hacia uno de los árbitros asistentes con insultos y ofensas verbales, con multa accesoria en cuantía de 270 euros al club y de 1.800 euros al infractor». El acta arbitral detalla numerosos incidentes durante el partido, incluyendo el lanzamiento de objetos desde las gradas, como monedas y petardos, que interrumpieron el juego y pusieron en riesgo la seguridad de los jugadores. Uno de los episodios más graves ocurrió en el minuto 113, cuando varios balones fueron lanzados desde la grada , obligando a detener el partido durante siete minutos. Al finalizar el encuentro, los árbitros fueron acosados y amenazados por miembros del club y aficionados. El informe arbitral describe una serie de incidentes que incluyeron agresiones verbales y físicas hacia los oficiales. Al dirigirse a los vestuarios, el equipo arbitral fue objeto de una serie de amenazas graves. El acta señala que, una vez en los vestuarios, comenzaron a golpear agresivamente la puerta del vestuario hasta en 24 ocasiones, momento en el que recibieron insultos y amenazas de muerte , incluyendo frases como «vais a morir», «tu hijo va a morir», «ojalá os matéis» y «que muera vuestra puta familia». En ese momento, según se describe en el documento, varias personas lograron abrir la puerta continuando con las amenazas directas hacia los árbitros con frases como «cobardes hijos de puta» y «te voy a recibir hasta el final, si tienes huevos baja». «Llegamos a temer por nuestra integridad física, al ver cómo abrían la puerta y nos increpaban», detallan los oficiales, que señalan además a un miembro del cuerpo técnico del club local, identificado por su indumentaria pero sin poder saber su identidad puesto que salió en carrera, que llegó a empujar al primer asistente por las escaleras del túnel de vestuarios aunque sin lamentar lesiones. El personal de seguridad no pudo controlar la situación y se requirió la intervención de la fuerza pública, que escoltó a los árbitros hasta sus vehículos y, posteriormente, en carretera hasta su hotel para garantizar su seguridad. Por su parte, el pasado martes, el Gimnàstic de Tarragona anunció que « acudirá a la justicia ordinaria por el arbitraje del Sr. Eder Mallo Fernández». «La entidad ha recabado pruebas suficientes para demandar al colegiado, al menos, por negligencia . Asimismo, no se descarta, en función de las investigaciones en curso, iniciar la vía penal», informó el club catalán a través de un comunicado. «Próximamente se informará con detalle de los pasos realizados por el Gimnástic de Tarragona, SAD para defender los intereses y honorabilidad de la Entidad, así como de todos sus accionistas, socios y aficionados», añadían.