El culebrón Jesús Navas no ha acabado. Hace un mes, el palaciego acaparaba todos los titulares tras anunciar su marcha del Sevilla. Tras un cruce de acusaciones, el club hispalense le ofreció un contrato vitalicio que Navas aceptó sin dudar, o al menos se transmitió esa impresión. La disputa pública entre jugador y entidad duró 48 horas y volvió a tambalear los cimientos del Sevilla , justo en el momento en el que el equipo había logrado la salvación de forma holgada y disfrutaba de su mejor momento deportivo de la temporada. Todo, en un año en el que la situación tanto deportiva como institucional ha estado tambaleándose de forma constante. La imagen del club se vio deteriorada, al considerarse...
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