Los gestores de un club de fútbol han de garantizar la sostenibilidad de su negocio operativo, tal como sucede en cualquier ámbito empresarial. Y la primera exigencia para este propósito es el cumplimiento presupuestario, es decir, garantizar que los ingresos ordinarios compensen los gastos recurrentes. Más concretamente, que los ingresos procedentes de los derechos de televisión, de la explotación del estadio y del área comercial compensen los gastos en salarios y en estructura. Al margen de operaciones extraordinarias, ya sea ventas de jugadores, derechos o activos patrimoniales, las mal llamadas palancas.
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