Antes del 18 de julio. El Gobierno busca otro consenso para nombrar al nuevo gobernador o gobernadora del Banco de España antes de la próxima reunión del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), que se celebrará en dos semanas. El acuerdo entre el PSOE y el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial, cerrado este martes, allana otro pacto entre los dos principales partidos de nuestro país para la sucesión en la institución monetaria, que podría extenderse a los nombramientos pendientes en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y a los que están por llegar en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Distintas fuentes del Ejecutivo consultadas por elDiario.es admiten que están negociando la renovación de estos organismos económicos, aunque públicamente la otra parte haya negado en ocasiones las conversaciones. “Superado el acuerdo del CGPJ, se abordará la vía para un pacto en la dupla gobernador/a y subgobernador/a del Banco de España”, señala una de estas fuentes conocedoras. Esta sucesión es la más urgente, porque tras caducar el mandato de Pablo Hernández de Cos el 11 de junio, la gobernadora en funciones, Margarita Delgado (hasta ese momento subgobernadora), no tiene derecho a votar en la decisión del consejo de gobierno del BCE del 18 de julio sobre si volver a recortar los tipos de interés oficiales en la eurozona, o si mantenerlos en el 4,25%, tras el primer alivio a principios a las familias y a las empresas a principios en este ciclo de austeridad monetaria.
“Estamos trabajando para ser capaces de que en la próxima reunión del consejo del Banco Central Europeo, España tenga ya un representante oficial”, afirmó en una entrevista en RNE el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, incluso unos días antes de conocerse el acuerdo del Poder Judicial. Desde hace semanas, las elecciones al Parlamento Europeo y la renovación del CGPJ se habían puesto como excusas para no abordar la sucesión de Hernández de Cos. Ambos obstáculos se han rebasado, y el contador para el nombramiento tiene el límite en septiembre, cuando caduca también el mandato de Margarita Delgado y la institución monetaria quedaría totalmente descabezada.
En el PP creen que, efectivamente, el acuerdo para desbloquear el Consejo General del Poder Judicial era mucho más difícil que los que deberían permitir renovar algunos organismos e instituciones pendientes. “Lo más complicado era esto”, apuntan desde la cúpula del partido, pero rápidamente añaden con respecto al resto de cuestiones pendientes: “No es un paquete”. Aunque nadie dice claramente en la dirección de Feijóo que el pacto sellado el martes en Bruselas facilite directamente futuras negociaciones, porque estas son independientes entre sí, creen que se abre una ventana de oportunidad para abordar algunas.
Es el caso del Banco de España, la CNMV o la CNMC, por ejemplo, cuyas negociaciones lidera la secretaria general, Cuca Gamarra. Las fuentes consultadas recuerdan que el principal escollo para renovar el CGPJ fue la reforma de la ley que lleva aparejada, algo que no ocurre en estos casos.
Lo que sí dejan fuera de toda opción de negociación, al menos de momento, es RTVE. El PP ha hecho de la radio y televisión públicas uno de sus objetivos de oposición. Además, la actual composición del consejo del ente y el reparto de cargos intermedios tras su anterior renovación ya permite al PP incidir de forma directa tanto en decisiones empresariales como editoriales. Algo que no tienen seguro si acceden a pactar los asientos actualmente vacantes.
En última instancia, los nombramientos del Banco de España (por seis años) son decisión del presidente del Gobierno, aunque históricamente se han consensuado. Entre los candidatos para formar parte de “esta dupla”, un nombre ha irrumpido en los últimos días con capacidad de ser llave para el acuerdo entre PSOE y PP. Se trata de Paula Conthe, secretaria general del Tesoro, que cumple varios requisitos del perfil que se busca. El primero es que es cercana al Gobierno y, en concreto, a Carlos Cuerpo. Fue elegida por él para sucederle al frente del Tesoro, desde donde dio el salto a ministro de Economía tras la marcha de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones (BEI). El segundo es que está bien valorada en la círculos financieros. El tercero es que es mujer, y eso supone una prioridad para el Ejecutivo, sobre todo porque se trata de una institución que nunca ha tenido una gobernadora.
Conthe es hija de Manuel Conthe, quien ocupó su mismo cargo actual y fue secretario de Estado con gobiernos del PSOE desde 1988 a 1996. Además, fue presidente de la CNMV, antes pasó por el Banco Mundial, y después fue asesor de Ciudadanos. En definitiva, cumpliría la regla no escrita en nuestra democracia que dice que la sucesión en el Banco de España se pacta entre el Gobierno y la oposición: el Ejecutivo elige un gobernador afín pero que no 'moleste' en demasía al rival político y la oposición selecciona un subgobernador con las mismas características.
Pablo Hernández de Cos fue el último nombramiento del Gobierno del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, en 2018, poco antes de la moción de censura que desembocó en el primer Ejecutivo del PSOE de Pedro Sánchez. Margarita Delgado fue ya elección del nuevo Gobierno. Y como tal ha sonado para saltar a gobernadora, pero, por lo mismo, parece una posibilidad remota ahora (aunque su extensa experiencia en el Banco de España fue un aval para el gobernador saliente). También se habría alejado la opción de Ángel Ubide, cercano al presidente del Gobierno y que actualmente gestiona fondos de inversión en Wall Street (en Citadel), y que ya estuvo en las quinielas para ser ministro de Economía tras la marcha de Nadia Calviño al BEI, a finales de 2023.
Los rivales o compañeros “de dupla” de Paula Conthe que han sonado con más posibilidades son José Manuel Campa, que acaba de ser renovado como presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) y la vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Monserrat Martínez Parera. El primero fue secretario de Estado de Economía en lo peor de la gran crisis financiera, entre 2009 y 2011, y son numerosas las críticas a su gestión de entonces, sobre todo respecto a las cajas de ahorro y los bancos. La segunda es un perfil técnico, que conoce bien el Banco de España y la primera línea de las instituciones de nuestro país.
Entre ellos, se ha colado Óscar Arce, director general de Economía del BCE. Un perfil pegado al PP, que podría servirse de la experiencia en la institución europea para tapar sus preferencias políticas. También Fernando Restoy, ex subgobernador del Banco de España, entre 2012 y 2017, y de quién la propia Martínez Perera fue jefa de gabinete. La lista de nombres se alarga entre perfiles similares, aunque no hay ninguno que sobresalga.
El Gobierno de coalición ya sabe lo que es vivir con un gobernador del Banco de España elegido con el PP. En los últimos años, con la sospechosa excepción de un periodo de tregua en la recta final de su mandato, la institución ha funcionado de centro de análisis que ha reaccionado contra prácticamente todas las políticas económicas del Ejecutivo. Sobre todo, contra la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), contra la reforma laboral o contra la protección del poder adquisitivo de las pensiones, pese a que, con el tiempo, se ha demostrado que han sido buenas políticas.
El último gran choque ha sido el 'pulso' sobre la supuesta amenaza que significaba para los bancos el gravamen temporal por sus beneficios extraordinarios, pese a que la propia política monetaria es la que ha engordado más y más las ganancias del sector financiero, que, por su parte, no se ha cortado en elevar sus dividendos y sus recompras de acciones. Uno de los compromisos del Gobierno de coalición es convertir este gravamen temporal en permanente.
Pero las sucesiones en el Banco de España no son las únicas pendientes. En lo que queda de año, el Gobierno tiene que decidir numerosos cargos en organismos cruciales, relacionados con la supervisión de los mercados y las relaciones económicas.
Junto al nombramiento del gobernador del Banco de España, en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se arrastra la designación de cinco consejeros cuyo mandato caducó en 2023, aunque siguen ejerciendo. Ese organismo es fundamental para la economía española porque se dedica a preservar el buen funcionamiento de los mercados tratando de evitar situaciones abuso de posición o acuerdos que contaminen la competencia entre empresas.
En diciembre, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV ), el organismo supervisor del los mercados bursátiles, tiene que renovar a su presidente, Rodrigo Buenaventura, y a su vicepresidenta, Montserrat Martínez, aunque ésta podía salir antes si se marcha al Banco de España. Por ejemplo, CNMC y CNMV tendrán que decidir próximamente sobre la opa hostil de BBVA sobre Banco Sabadell.
Por último, faltan por nombrar el presidente y el vicepresidente de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), de reciente creación y que se pondrá en marcha el próximo año. El restablecimiento de la CNE es uno de los proyectos del Ejecutivo que se propuso como objetivo recuperar este organismo eliminado por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013 al ser fusionado en la CNMC.