La Policía Nacional ha identificado a dos hombres de 22 y 26 años, respectivamente, uno de ellos ha sido detenido y el otro investigado, por presuntos delitos de estafa y blanqueo de capitales, superando los 10.000 euros la cantidad robada. Según ha informado la Policía Nacional, los investigados han sido identificados como los titulares de las cuentas bancarias a las que fue transferido diferentes cantidades de dinero, quedando en evidencia la función de «mula» que ejercían dentro del entramado criminal. El término 'mula bancaria' alude a una figura en el entramado criminal que hace de puente para recibir y transferir, entre cuentas bancarias, el dinero obtenido ilícitamente. Un entramado donde los dos varones se situarían en el último eslabón , abriendo cuentas para percibir cantidades de dinero estafadas a otras víctimas para finalmente, extraerlo según la forma acordada por el escalón superior de la red criminal. A las cuentas bancarias de los presuntos autores fueron a parar distintas transferencias de al menos dos víctimas. Una de ellas denunció que había sido víctima de una ciberestafa por la modalidad de «vishing», en la cual los ciberdelincuentes se hicieron pasar por su entidad bancaria tomando el control de la cuenta del banco, y por ingeniería social habría logrado realizar varias transferencias por valor de más de 6.000€. La otra víctima denunció que había recibido un mensaje de su entidad bancaria en el que le informaban que por error le habían ingresado un crédito solicitado por valor superior a los 4.000€ y que para subsanar el problema, tenía que hacer una devolución de una cantidad de dinero –a excepción de una pequeña cantidad para supuestamente, gastos de gestión- a otro número de cuenta. Finalmente, tanto de la «mula» que fue detenida por su presunta participación en los hechos y del investigado se dio conocimiento a la Autoridad Judicial. Fueron los agentes destinados en la Unidad quienes pusieron en marcha dos investigaciones de forma simultánea las cuales tenían un común denominador: personas que habían sido víctimas de ciberestafas y que habían visto como mediante engaño, se había transferido de forma fraudulenta dinero desde su cuenta bancaria a otra ajena. Y es en este último escalón donde se encontrarían las conocidas en el argot policías como «mulas bancarias», es decir, los receptores del dinero estafado, encargados de recibir las transferencias fraudulentas para después realizar varios movimientos de salida dejando la cuenta a cero. Las gestiones realizadas por los agentes, en colaboración con las entidades bancarias, permitieron la detención de una persona y la investigación del segundo, que recibían el dinero procedente de las transferencias fraudulentas. La Policía Nacional ofrece una serie de recomendaciones para evitar ser víctima de estos ataques: no facilitar datos personales, bancarios o contraseñas vía telefónica o por SMS, utilizar las aplicaciones oficiales de las entidades bancarias y nunca realizar pagos ni actualización de datos a través de links que se envíen mediante correo electrónico o SMS.