La manera en que escribimos puede tener un impacto significativo en cómo somos percibidos profesionalmente. La precisión en la escritura no solo mejora la percepción de nuestras habilidades y conocimientos, sino que también contribuye a construir una imagen profesional y confiable. En este aspecto, la Real Academia Española (RAE) juega un papel crucial en la regulación del idioma español, colaborando estrechamente con la Fundación del Español Urgente (Fundéu), que se dedica a promover el buen uso del español, ofreciendo constantemente consejos y recomendaciones a través de su página web.
Un ejemplo específico abordado recientemente es la correcta escritura de "superbién" (con tilde en la "e" y sin espacio ni guion). A menudo, este término se encuentra mal escrito en los medios. Según la normativa de la RAE, el prefijo "super-" debe unirse directamente a la palabra que modifica. En el caso de "superbién", la tilde es necesaria debido a las reglas de acentuación en español. Por otro lado, "supermal" no lleva tilde porque sigue las normas de acentuación correspondientes a palabras llanas terminadas en consonante distinta de "n" o "s".
El buen uso de "superbien" puede verse en frases como: "Me fue superbien en la entrevista de trabajo", "El concierto estuvo superbien organizado" y "Los niños se portaron superbien durante toda la clase". En cada uno de estos ejemplos, el término se usa adecuadamente unido y con tilde en la "e", siguiendo las normas de acentuación y composición del español. Esto demuestra cómo el prefijo "super-" se integra directamente con la palabra que modifica, manteniendo la coherencia y claridad en la comunicación escrita.
