Como alto representante y vocal de la Real Maestranza de peluqueros de Zaragoza, tengo el placer y el honor de comunicar a las autoridades competentes, incompetentes y efervescentes de la ilustre ciudad en la que me aposento, que: “Reunido el Estado Mayor de dicha entidad, hemos acordado por unanimidad otorgarle al presidente de Argentina el más alto galardón que esta linajuda corporación puede ofrecer a un ser viviente..."