Desde hace años, en el fútbol, nos perdemos instantes porque pillan por sorpresa al realizador. El sábado, en el Turquía-Portugal no pudimos ver el gol del 0-2 porque una fugaz discusión entre
Cancelo y
Cristiano Ronaldo le despistó. El realizador quedó pendiente de ese instante en vez de seguir la jugada. El detalle pasó por delante de lo importante. Un infortunio fruto de esa dependencia del primer plano emocional que, a menudo, se olvida del fútbol. Pero hubo otros instantes que no vimos por orden expresa de la UEFA.
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