Alberto Núñez Feijóo está en un atolladero. Un barrizal político y mental que, para muchos, marcará parte de su destino al frente del PP. Renovar o no el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cinco años y medio después de que su mandato caducara –algo que desde 1985 se había hecho, si bien siempre con fricciones, con normalidad constitucional– se ha convertido en mucho más que un asunto de Estado. Porque la Comisión Europea, árbitro en la negociación entre PSOE y PP, apremia. Y también el propio Tribunal Supremo, cuya Sala de Gobierno pidió este lunes a través de un com ...