El transporte aéreo es fundamental en la era moderna. Sin embargo, cinco países en Europa se destacan por no tener aeropuertos. A pesar de esta peculiaridad, estas naciones atraen a numerosos turistas cada año gracias a su rica historia, cultura y belleza natural.
Estas naciones presentan una serie de particularidades históricas, geográficas y económicas que explican su situación singular. Descubre en este artículo cuáles son y cómo llegar a ellos.
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Todos los países que conforman esta lista están ubicados en Europa, cerca de áreas turísticas. Algunos de ellos incluso disfrutan de una alta calidad de vida debido a los ingresos elevados de sus ciudadanos.
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Según el portal de Billiken, la principal razón de la ausencia de aeropuertos en estos países radica en su reducido tamaño y la topografía de sus territorios. Por ejemplo, Andorra está rodeada de montañas, lo que dificulta la construcción de infraestructura aeroportuaria. La Ciudad del Vaticano, al ser el país más pequeño del mundo, no tiene suficiente espacio para un aeropuerto.
Por otro lado, Liechtenstein y San Marino, aunque tienen mayor extensión, prefieren conservar su entorno natural. Finalmente, Mónaco, conocido por su opulencia, opta por utilizar los aeropuertos cercanos en Francia para mantener su exclusividad.
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Andorra está ubicada en los Pirineos, entre España y Francia. Se puede acceder en coche desde La Seu d'Urgell en España o desde Porté-Puymorens en Francia. También es posible llegar en tren desde ciudades catalanas como Barcelona y Lérida.
Ubicada en el centro de Roma, Italia, la Ciudad del Vaticano es el país más pequeño del mundo. Se puede acceder a pie o mediante la red ferroviaria italiana. Las estaciones de metro cercanas incluyen Piazza Pia y Ottaviano-S. Pietro. Entre sus principales atracciones se encuentran la Basílica y la Plaza de San Pedro, el Museo del Vaticano y la Capilla Sixtina.
El Principado de Liechtenstein, ubicado entre Suiza y Austria, es accesible en tren desde Zúrich o Ginebra, así como en auto desde estas ciudades.
Mónaco, el segundo país más pequeño del mundo, se encuentra en la costa suroriental de Francia. A pesar de su tamaño, es famoso por su lujo y eventos como la Fórmula 1. Se puede llegar en tren desde Niza, en coche desde Marsella o en barco.
San Marino, situado en la península italiana, es un territorio histórico. La forma más rápida de llegar es en coche desde Bolonia o en autobús.