Es el legítimo triunfador de la Feria de Hogueras, por mucho que un palco desnortado y sin criterio ninguneara la faena más rotunda, más emocionante y de mayor peso de todo el abono. Porque la pelea que Manuel Escribano sostuvo con Boliviano es sin duda el episodio más hermoso de la semana de toros en Alicante. No fue un toro fácil, pero respondió a la entrega de un torero en plenitud de facultades físicas, que pone al servicio de la lidia y el espectáculo. Saludó al cárdeno con una larga en el tercio, lo banderilleó con precisión y ajuste, y tras brindar su muerte a los miembros del Cuerpo Superior de Policía, se metió rápido en harina. Primero empujó para...
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