En esta edad de oro de los documentales musicales , muchos de ellos nos muestran a los artistas como seres de otro mundo, inalcanzables y apolíneos, con vidas prácticamente perfectas. Algunos se ponen cursis para intentar demostrar que son cercanos y vulnerables, que tienen su corazoncito como cualquier peatón. Pero hay otros que viajan a infiernos personales tan descarnados que llegan al límite de lo soportable. Es el caso de 'I am: Céline Dion' ('Yo soy Céline Dion'), metraje dirigido por Irene Taylor centrado en la terrible enfermedad que atormenta a la cantante canadiense, que el próximo martes se estrena en Amazon Prime. Muchos de sus fans romperán a llorar cuando lo vean, igual que ella misma hizo cuando lo presentó hace unos días en el Alice Tully Hall de Nueva York. «Es duro estar aquí, aunque al mismo tiempo, estoy muy conmovida. Mis fans me han dado más amor que el que ningún artista puede esperar y estoy muy agradecida. Su presencia en mi viaje ha sido un regalo invaluable. Su interminable amor y apoyo a lo largo de todos estos años me han llevado a este momento. Gracias a todos, desde el fondo de mi corazón, por ser parte de mi viaje. Esta película es mi carta de amor para cada uno de vosotros», dijo la cantante entre sollozos, antes de extender su gratitud a sus hijos, René-Charles, Nelson y Eddy, quienes estuvieron presentes en el evento: «No estaría aquí sin el amor y el apoyo diarios de mis maravillosos hijos». En el acto, que también tuvo sus momentos cómicos (ella jugó con el micrófono de una periodista como si hiciera pesas con él, igual que en sus sesiones de rehabilitación) y también para la esperanza (cantó durante unos breves instantes, demostrando seguir teniendo una garganta poderosa), Céline dio las gracias a Irene Taylor, reconociendo su «increíble talento» por retratar su historia «con tanto sentimiento y ternura». También a su neuróloga, Amanda Piquet, que fue quien descubrió lo que le estaba ocurriendo después consultar a infinidad de médicos que no supieron dar con ello: «Gracias, Amanda, por resolver el misterio sobre mi salud», dijo la artista, que a continuación anunció una generosa donación de dos millones de dólares a la Cátedra Céline Dion Foundation en Neurología Autoinmune de la Universidad de Colorado, la cual será presidida por la propia Piquet. Síndrome de Persona Rígida es el temible nombre de la afección que padece Dion, un trastorno neurológico autoinmune, progresivo e incurable que afecta al sistema nervioso central produciendo fortísimos espasmos (algunos han llegado a romperle las costillas) y rigidez en los músculos del tronco, abdomen, piernas, brazos y las cuerdas vocales, que evidentemente ha provocado la cancelación de todos los planes de gira que tenía para este año. En el documental, donde por momentos se la ve tristemente desmejorada, la intérprete de 'My heart will go on' confiesa que no había «estado preparada para hablar sobre ello antes», y suelta un largo suspiro antes de comenzar un relato que incluye una durísima secuencia, tan larga que se hace eterna, que muestra a la cantante sufriendo un ataque que la deja inmóvil e incapaz de hablar. «Dar conciertos no es duro, lo duro es tener que cancelarlos. Estoy trabajando duro todos los días, pero tengo que admitirlo: está siendo una dura lucha. Echo de menos a mis fans, mucho de menos. Si no puedo caminar, me arrastraré. Nunca pararé», dice la artista entre lágrimas. Otro de los fragmentos más emotivos de 'I am: Céline Dion' que la cantante destacó durante la presentación, es la escena en la que ella misma lee el informe que revela su diagnóstico; un instante que le llevó a una curiosa reflexión. «Me comparo a mí misma con una manzana, y esto no lo digo porque ahora estemos en Nueva York... me comparo con una manzana en un árbol», dijo entre risas. «Al enterarme me propuse que vosotros, los fans, no siguierais haciendo cola si no tenía manzanas brillantes para vosotros. Pero hace unos días, al recibir un mensaje de un admirador, me dije que no estoy aquí por las manzanas, sino por el árbol». La elección de la fotoperiodista y cineasta Irene Taylor como directora es todo un acierto, ya que su primer trabajo para la gran pantalla fue un documental sobre sus padres sordos titulado 'Hear and now' con el que en 2007 ganó el premio del público en el Festival de Sundance y el premio Peabody, al que siguieron otras distinciones. Otros filmes galardonados en su currículum son 'The final inch', 'One Last Hug: Three Days at Grief Camp', 'Beware the Slenderman', 'Homeless' o 'Leave No Trace: A Hidden History of the Boy Scouts', todos ellos con un trasfondo de profundo calado humano que convenció a Céline Dion para contar con ella a la hora de narrar una tragedia personal que, desafortunadamente, por ahora sigue sin final feliz.